martes, 31 de julio de 2012

Los veteranos abandonan la isla


Hoy los isleños más veteranos han dejado estos parajes. Nos quedamos dieciséis niños y niñas entre náufragos y caníbales. Y como para algunos era el último día, lo hemos aprovechado de principio a fin. 

Los caníbales estuvieron con los animales del corral. Además de faenas diversas, toco día de aseo para Catalina y para Gustavo. A pesar de que este ultimo es un cerdo, el agua y el jabón le gusta bastante más que a la oveja. Han quedado muy limpitos los dos. 


El gallo es uno de nuestros animales preferidos: el color de sus plumas, los espolones, la gran cresta roja, ...

En esas estábamos cuando nos visito la mama de Pablo y Juan. Ponemos esta foto tan bonita en el diario para recordaros que las puertas de la isla están abiertas a los papas y mamas que nos quieran visitar. 

Mientras hacíamos animaladas, los náufragos se metieron en la cocina. Imitando a Robinson, hicimos pan de especias. Harina, agua, sal y levadura; tan sencillo como imprescindible. Nos pusimos de harina hasta las orejas que de otro modo el pan no sale rico. 




Pero ya que estamos en el siglo del microondas, para envidia de otros náufragos peor dotados, hicimos un bizcocho rápido. Cuatro cucharadas de harina, dos de aceite, dos de leche, una de cacao, un huevo y tres cucharadas de azúcar. Tres minutos en el microondas y listo. Hacer la prueba en casa, es un buen ejemplo de cocina para minichefs.

      Y después de la merienda, en los talleres de Robinsón, desarrollamos nuestras capacidades plásticas realizando unas caras duras con piedras y lana de Catalina, así como unos portarretratos con pasta de moldear y piedrecitas. 


 

Como combatir el calor es imprescindible, nos dimos un buen manguerazo, con tortura acuática en los bancos, pista deslizante y remojón con globos. 

 



Al final, para reponer fuerzas, nos comimos unos pepinos con sal de la huerta muy fresquitos. Les encantó. 

Los repartieron Inma, Miguel y Lucía, tres nuevas incorporaciones. 

Bienvenidos. 

lunes, 30 de julio de 2012

Naufragos nuevos e isleños veteranos

 









Os presentamos los dos equipos que competirán sonrisas en este turno. Algunos de ellos nos dejarán mañana y otros llegarán: es una isla con un gran trajín de náufragos. 

Así pues, anotamos en el diario que se han reunido náufragos recién llegados con isleños que permanecerán en estos lugares un par de días. 

Sea como fuere, como compartimos la dicha de haber sido arrastrados hasta estas playas vegueras, nos sentimos desde el principio como un grupo. Con esta telaraña queremos poner en evidencia la importancia, la responsabilidad y la fortuna de formar parte de esta tribu.


Y nada más comenzar apareció una nota anudada al cuello de un extraño recipiente de cristal que dejaba ver en su interior un insano líquido amarillento. Lo firmaba D.D. y nos pedía que debíamos buscar tres tesoros de Robinsón Crusoe: su saco de arroz, su saco de pólvora y su bolsa de monedas. Pero era imprescindible que alguien se bebiera aquel brebaje. En fin, preguntar si os atreveis  que fue lo que ocurrió.




 
Mientras los recién llegados se elaboraban un marcapáginas decorado con acuarelas, los demás le prepararon un sano y fresco obsequio: 
 limonada y pinchitos de melón y sandía. 

Estaban buenísimos y con la limonada brindamos a la salud de los papas y mamas que posibilitan que vayamos a disfrutar de una divertida estancia en la Isla de Robinson.

¡A vuestra salud!

sábado, 28 de julio de 2012

Nos llevamos la isla en nuestro corazón.

Es triste anotar en este diario que finalizó el naufragio para algunos aprendices de Crusoe. 

Aunque siempre nos queda la satisfacción de saber que los que se van se llevan la isla en su corazón y que los que lleguen a estas playas vegueras traerán la ilusión suficiente para pintar nuevos paisajes.

Agradecemos a las familias su colaboración y os recordamos que un comentario es para nosotros todo un tesoro. 

 

La ceremonia de inauguración.

Y anotamos en este diario que nuestros juegos olímpicos arrancaron con una ceremonia de inauguración presidida por los abanderados. 

Contamos con la colaboración especial de un  malabarista genial capaz de despertar sonrisas y admiraciones.


Juegos olimpicos en la isla de Robinson

D.D. eran las iniciales de Daniel Defoe. Y como londinense que era, nos invitaba en la nota a realizar nuestros propios juegos olímpicos. Así demostraríamos el afán de superación, la capacidad de hacer cosas más grandes que nuestro tamaño que debemos haber adquirido como aprendices de Robinson Crusoe.

Este fue el mensaje ...



Y el Viernes nos pusimos manos a la obra.

Montamos el estadio, elaboramos las banderas de cada delegación y comenzamos con un desfile inaugural con mascota y todo. También convertimos nuestras velas de barro en pequeños pebeteros donde ardería el fuego olímpico.

Luego desarrollamos las distintas pruebas, retos que debíamos superar en minuto y medio aportando toda nuestra habilidad. El trabajo en equipo y el apoyo de los compañeros era fundamental para superar las dificultades.

Os mostramos unas imágenes de los distintos deportes olímpicos homologados en nuestra isla: la torre de vasos, la tuerca perdida, barrer sal, los huevos saltarines, la gramola, gas letal, mucho rollo, las cucharas catapulta, equilibrio flotante, se te va la pinza, muchas pelotas, equilibrio de madera, la botella borracha, ...




Al final clausuramos las olimpiadas jugando juntos con la capa de colores

jueves, 26 de julio de 2012

La máquina del tiempo.

Debemos anotar algo insólito. Cuando amaneció en la isla, nos encontramos con nuestra máquina del tiempo fuera del aula. Alguien había tenido la osadía de utilizarla. Y había dejado una nota firmada por D.D., indicando como única pista que era londinense.

Ante la incredulidad de algunos, Marina se atrevió a sentarse en este artefacto de alta tecnología y a punto estuvimos de perderla en algún tiempo pasado o futuro. Conectamos la máquina del tiempo al ordenador para ver si en su disco duro se almacenaba alguna información de interés.  Nuestra sorpresa fue mayúscula al contemplar a ... 
Mañana lo desvelaremos.



Como teníamos el corazón demasiado sobresaltado para disponernos a realizar las tareas matutinas, Marta y Lucía nos amansaron el alma con su música. Nos encantó el miniconcierto de guitarra y violín que nos regalaron. Son unas interpretes geniales.


Y después a currar. Los caníbales abonaron la huerta y recogieron peras. Además, elaboraron con el color de los periquitos (la flor, se entiende) un marcapáginas donde se conjuga naturaleza y poesía. 

 
Los marineros, después de limpiar a fondo el corral, el cerdo y el tortuguero, nos convertimos en luthiers y realizamos un cascabel indígena. Edu puso mucho esmero, paciencia y constancia en la decoración con las lanas. 

 

Los náufragos le dieron a la arcilla y se lo tomaron tan a pecho que terminaron tatuados con el barro (una buena terapia para la piel).

 









Al final de la mañana nos obsequiamos con unos brotes aliñados germinados por nosotros mismos y un fresquito polo de limón con mucha vitamina C.

Y es evidente que se acerca el final por que a alguno de los isleños le esta saliendo un gran mostacho.

miércoles, 25 de julio de 2012

Barro, gazpacho y dulces sonrisas.

Al empezar la mañana, afinamos nuestras voces para cantarle cumpleaños feliz a nuestro amigo Jorge que cumplía 11 años. 



Hoy debemos también anotar que por fin empleamos el torno para la tarea que tiene asignada: moldear la arcilla. Y fue un gustazo meter las manos en el barro y notar que la presión de nuestros dedos daba forma a la pella de arcilla. Disfrutamos de una auténtica inmersión en la alfarería; terminamos de barro hasta las orejas.



Los naufrago lanzaron sus barcos a las caudalosas aguas de la Acequia Tarramonta. Fue muy emocionante observar las tartesias y rescatar los barcos al final de su itinerario. 

Los marineros prepararon un delicioso gazpacho con tomates, pepinos y pimientos de nuestra huerta. A  Remi, el embajador francés en la Isla, le resultó un manjar realmente delicioso.


Y nos llevamos la encina que plantamos el primer día del turno; el tiempo ha pasado y la isla mediterranea ha ganado en verdor. 
 










Por ultimo, hacemos constar en este diario nuestro agradecimiento a Julia y a su familia por regalarnos un delicioso tarro de mermelada. Hay sonrisas que tienen amaneceres perezosos pero que al final traen dulces recompensas. 




martes, 24 de julio de 2012

Aqui pasa algo raro

 
Hoy hemos disfrutado de lo lindo de las aguas cristalinas de los mares que bañan la Isla Arco Iris del Archipiélago de Churriana.

Tuvimos momentos para la acción e instantes para el feliz relax. 


Pero algo raro pasó. Normalmente en estas aguas es fácil entrar pero difícil salir (¡se está tan agustito!). Y en esta ocasión fue al contrario. Nuestros aprendices de Robinson Crusoe están evidenciando cualidades extraordinarias. 


Muchas gracias a Luis por la edición de este vídeo tan divertido.

Vueltas y más vueltas

En este martes marciano de nuevo hemos tomado caminos separados. 

Algunos marcharon a la piscina y otros nos quedamos disfrutando del arte en la isla: pintando con arena, trabajando con el torno de alfarero como soporte móvil para nuestras pinturas y disfrutando de una matinal de cine de verano con muchas palomitas.

En este vídeo podéis ver como realizamos dibujos cooperativos en torno al torno




Y es que debemos estar siempre ideando, dando vueltas y más vueltas para conseguir que cuando los naufragos dejen la isla de Robinsón escondan aquí un pedacito de su corazón y se lleven un cofre cargado de bonitos recuerdos. Tenemos el privilegio de poder vivir esta aventura con vuestros hijos e hijas.

Vueltas y más vueltas, como un huracán que atraviesa el antes, el durante y el después. Si cuando llevamos a los aventureros a vuestro encuentro además de sonrientes aparecemos sucios, sudados, algo rotos y despeinados, os pedimos perdón. Son el precio de las vueltas y revueltas.


lunes, 23 de julio de 2012

Lunes lunático

 

 

Muchas cuestiones debemos anotar en nuestro diario acerca de este Lunes lunático.

El la huerta, además de otros asuntos, los náufragos envasamos la mermelada de ciruela (esperamos que os guste), preparamos polos de limón y recogimos puerros. Además, tuvimos la suerte de contemplar la lucha de Victoriano con una col ¿sería capaz de sacarla del huerto?


Mientras tanto, en el corral los caníbales lo dejamos todo listo y echamos un rato con los animales del taller de Robinson. La iguana encontró su sitio en la escayola de Gonzalo y más de uno alucinó con la ardilla rallada (la cara de David no requiere pie de página); es tan tímida que no la habíamos podido ver hasta hoy. Y por si fuera poco, realizamos un batido delicioso con leche y azúcar vainillada. Al final de la mañana, fresquito, dulce y nutritivo, fue un buen aperitivo.

Los vecinos nos hicieron un gran favor. Nos encanto ver navegar a nuestros barcos por las caribeñas aguas de la piscina de Juan y Julia.


Y en el taller de otros oficios, los marineros cambiaron las redes por la arcilla. 
Con la técnica del churro elaboraron unos cuencos que los convertiremos en porta-velas. Mucha maestría y delicadeza en las manos de Johana.


Tras la merienda la locura continúa. Jugamos con cerbatanas y nos elaboramos una propia con un trozo de caña y lanas de colores. Además, con un palo y unas chapas, los caníbales se hicieron un cascabel para acompañar a nuestras danzas tribales.


Por último elaboramos un móvil con cañas, piñas y plumas que enviaremos a la isla Caimán.






Termino agotado esta página del diario sólo con anotar todo lo realizado (y realmente no lo hemos contado todo).