martes, 1 de julio de 2025

Comienza el turno 2 en Mundo Bosque.



Unas hojas nacen y otras viajan lejos... Del mismo modo en "Mundo Bosque" aparecen amigas y amigos nuevos al tiempo que otros marchan. Empezamos así el segundo turno en este rincón de la Vega convertido en un santuario de los Bosques. 

El primer día es para entender cual es la idea que nos ha reunido al tiempo que nos conocernos un poco y organizamos las labores. 

Este año nos han hecho un importante encargo, un reto, proteger nuestros bosques. ¿Quién nos anima a convertir este pedacito de vega en “Mundo Bosque”? Pues un grupo de niños y niñas de la isla de Yakushima, en Japón. Esta isla es famosa por sus antiguos bosques donde crecen cedros de miles de años, conocidos como "yaku-sugi", los cedros. 

En uno de esos árboles encontraron un cesto de mimbre con unos pergaminos en su interior en los que se veía dibujada una historia que nos debe poner alerta. Hoy los bosques también están desapareciendo y debemos actuar. 

Para proteger los bosques hemos hecho tres grupos con los nombres de tres tipos de "yokais" o espíritus protectores de la naturaleza que tan pronto son bondadosos, bromistas o terribles. 

Los Tengus, los seres alados protectores del bosque visible.

Los Tanukis, los protectores del suelo y del bosque invisible.

Los Kappas, los protectores del agua


Cuando nos hemos organizado en las primeras "Asambleas Bosquimanas", nuestro afán de conocer la historia encontrada en el viejo cedro japonés nos anima a convocar al yokai Contador de Historias.

Aparece un personaje un poco loco que nos invita a convertirnos en Hijos e Hijas del Bosque. Nos pintamos las caras con tintes naturales y hacemos el saludo de la montaña o "Tadasana". Y luego nos enseña los pergaminos encontrados y nos narra la historia. 

Habla del Bosque del Viento, de Diente de león, del Valle del Olvido, de Cenizo y Aulaga y del equivocado Rascaviejas...

Cuando se marcha, nos familiarizamos con este rincón de la Vega ahora convertido en "Mundo Bosque" y paramos para merendar y tener un ratito de tiempo libre. 

Y luego hacemos un rito alocado para convertirnos en Hijos e Hijas del Bosque. Primero, para aprendernos la historia elaboramos un cuento a modo de acordeón de imágenes. 

Luego transformamos los brazos en ramas con una simpáticas y perecederas pulseras y coronas hechas con cinta de carrocero y hojas. Y las manos son raíces y las sumergimos en el barro sintiendo esta grata y antigua sensación. Para terminar convocamos a la lluvia: "El Bosque quiere agua, el Bosque quiere agua..."

Ya solo queda darnos cuenta de que somos una única tribu conectada como los árboles de un bosque. Jugamos con la gran tela de colores haciendo dinámicas cooperativas muy divertidas.

Para finalizar, como nos consideramos aprendices de Hijos e Hijas del Bosque, recibimos un pequeño kodama que debemos custodiar con mimo. 

También enseñamos el magnífico herbario que nos ha regalado Julia, la hermana de Ana. 

El equipo de yokais que acompañará a esta tribu en sus aventuras será: Adrián (Anikuni) Jeni (Ninfa), Marina (Totora), Cristian (Ewok) y Cesar (Barbol). Manuela nos echará una mano así como todas y todos los mayores de cada uno de los grupos.