Ludoteca de Verano de Ciempiés. Aula Rural en la Vega. Mundo Bosque.
Este año el Aula Rural y la vega que nos rodea se llenarán de kodamas, blancas criaturas misteriosas, fuertes y delicadas al tiempo, para invitarnos a cuidar de nuestros bosques.
Esta mañana imitamos a "Diente de León", ese personajes de la historia con la que iniciamos esta aventura que decidió abandonar "El Bosque del Viento" para ver que había al otro lado de las montañas.
Este video nos resume el día:
Preparamos nuestro material para el paseo botánico, una prensa de campo que nos recuerda que hace muchos, muchos años, la Vega de Granada debió ser un lugar donde cientos de arboles crecerían en las márgenes de sus ríos. Hoy, si no contamos los chopos, los olivos y los frutales, son muy escasos los árboles que encontramos en las lindes de las fincas y caminos.
Los que aun resisten, debemos conocerlos y protegerlos.
Decoramos la prensa creando la copa de un árbol con la huella dactilar de nuestro meñique.
Damos un paseo acompañados por Jara, nuestra cabra preferida. Nos fijamos en árboles como la falsa acacia, el ciprés, el chopo, el nogal, el tilo, el arce o la morera blanca. Y llegamos hasta el lugar en el que vive un viejo fresno.
Vamos cogiendo una hoja de cada árbol que conservaremos en nuestra prensa de campo. Caminamos siempre al lado de la acequia Tarramonta. Y al final le hacemos un particular homenaje a Jara.
Tras la merienda un nuevo aguacero de verano. Nos remojamos de mil maneras con nuestros barreños. Es importante darnos cuenta de que para pasarlo bien y estar fresquitos en ocasiones unos simples barreños esconden mil diversiones.
Y jugamos con el cañón de espuma. Como alocadas ardillas buscamos piñas bajo la nieve espumosa.
Finalizamos la mañana tomando un refrescante polo artesanal de limón, azúcar moreno e hierbabuena.
Hoy hemos dedicado el día a los pájaros que dan no solo musicalidad al bosque, sino también equilibrio y vida.
Nada más llegar nos reunimos en círculo para escucharlos. Al final de la mañana hacemos otro tanto. ¿Qué sentiríamos si dentro de unos años al hacer el silencio no escuchásemos tal variedad de trinos? Es algo que no debemos permitir.
Recordamos las tribus que viven ligadas a los bosques que hemos ido conociendo.
Como el lunes queremos secarnos tras el aguacero disfrutando de un polo, hoy nos ponemos a hacer una rica limonada con limones, azúcar moreno e hierba buena. Los pasamos a vasitos en los que colocamos un palito de madera y listo.
Entre tanto algo ha sucedido... pasamos a un teatro improvisado para escuchar la narración "Tori y las tres historias de pájaros"
Un explorador francés que ha recorrido las arboledas de todo el planeta, les cuenta que en un bosque de Japón, en el de Akazawa, se encontró con un extraño yokai que solo contaba historias de pájaros. Se llamaba Tori y como a el le flipan los pájaros se hicieron muy amigos. Compartió con el explorador un secreto: "tras la luna llena, si me convocas, apareceré a tu lado."
Como sabía que Mundo Bosque estaba en este rincón de la Vega, y aprovechando que ayer fue luna llena, llama a Tori para que nos cuente una historia.
Entre los dos nos narran tres historias con pájaros como protagonistas, pero mezcladas. Estas son "El Cuervo y el botón de oro", acontecida en la tribu india de los Baigas, "El guacamayo de las plumas mágicas" de los Yanomamis del Amazonas y "Las golondrinas y la semilla de calabaza", un cuento invernal que se narra en las cuevas Bosquimanas de Sudáfrica.
Después del cuento, los niños y niñas desentrañan las moralejas del cuento: la importancia de compartir, de no darnos por vencidos o de hacer el bien sin esperar nada a cambio.
Tras la merienda, a partir de un rollo de cartón, hacemos un abejaruco, el pájaro más colorido de los bosques mediterráneos.
Con papeles de colores hacemos las plumas del cuerpo y a partir de una plantilla elaboramos la cabeza, las alas y la cola. Además, nos sirve de ambientador; en su interior colocamos un algodón impregnado de distintas esencias.
Y tras el fin de semana nos esperan buenos árboles a cuyas sombras nos podremos cobijar y echar unas risas.
Seguimos enseñando lo que acontece en Mundo Bosque.
Nada más salir el sol, ya hay hijos e hijas del bosque disfrutando del maizal y de su curiosa relación con los animales.
Tras la merienda los talleres que hemos hecho mezclan todo tipo de habilidad. Es objetivo de los yokais cultivar el cuerpo y la mente. Tan pronto movemos troncos como creamos haikus:
En el "Taller de los Yokais" nos centramos en el sentido del olfato y del tacto a través del conocimiento del incienso. Nos acercamos al Koh-do, el camino del incienso.
A medida que el gusto por el incienso en Japón fue creciendo, se crearon grupos de personas que se reunían y ponían en común sus apreciaciones de los distintos elementos aromáticos y sus conocimientos acerca de cada materia prima. De estas reuniones nace la ceremonia de Koh-Do o “arte o camino del incienso”. En japonés la palabra “koh” significa incienso.
El incienso es una preparación de sustancias aromáticas vegetales, a menudo resinas, que al quemarse produce un humo fragante.
Primero olemos distintos inciensos e intentamos diferenciarlos.
Luego pasamos del olfato al tacto y creamos un bonito incensario. Lo hacemos con arcilla blanca para moldear con secado al aire. Usamos una hoja de celinda que presenta unas nervaduras muy marcadas.
La marcan, recortan y moldean. Luego le colocan media bolita con un agujero donde se sostiene la barrita de incienso. Luego la pintan con acrílicos.
En el "Taller de Musgoso" realizamos un bonito bosque con la perspectiva de quien estuviese sentado en un claro. En un circulo de cartulina marcamos los troncos y ramas de los árboles con rotuladores negros. Con trocitos de algodón mojados en témpera verde clara hacemos las copas. Usando esa misma técnica coloreamos el azul del cielo.
Luego, usando palitos para los oídos, marcamos circulitos verdes oscuros en las copas para darles más cuerpo.
Pegamos este circulo en una cartulina en cuyo reverso aparece un Haiku dedicado a los bosques:
La luz desciende / en esplendor dorado, / bosque encendido
El Haiku es una composición poética de origen japonés que consta de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente.
Lanzamos un reto: ¿eres capaz de hacer uno?
Por último, en el "Taller de los Ents" usamos unas piñas del pino silvestre para hacer a Matsu, el yokai de los pinares.
Este yokai cuida de los pinares y toma forma de una piña. Se esconde entre las acículas del pino y se lanza desde las ramas a las cabezas de los que tratan mal a los pinares.
Lo realizamos con una piña, ojos de manualidad, bolitas de lana, pajitas de cartón, alambres y palos de madera.
Hoy comentaros que repartimos unos sobrecitos con estambres de cártamo que hemos ido recogiendo en la huerta. El cártamo es una planta procedente de Egipto, que se cultiva por sus flores cuyos estambres se usan como sustituto del azafrán o como tinte natural para la tela; también se usan sus semillas de las cuales se extrae un aceite comestible.
Estos dos días al final de la jornada nos detenemos en dos mujeres del boque:
La keniata Wangari Maathai (1940 – 2011). Fundadora del Movimiento Cinturón Verde. Desde 1977, lideró una campaña para plantar árboles, conservar el medioambiente y empoderar a las mujeres rurales en Kenia. Su movimiento plantó más de 50 millones de árboles.
Berta Cáceres (1971-2016), nacida en Honduras. Cofundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras. Defendió los derechos del pueblo indígena lenca frente a megaproyectos que amenazaban los ríos y bosques de su región.