viernes, 8 de septiembre de 2023

Capítulo XXVI: Juegos Sin Fin.

Y aunque estemos viviendo en el interior de la Historia Interminable, esta escuelita de verano llega a su fin. Y lo hacemos con esta entrada veintiséis, ya que XXVI son los capítulos que conforman esta inolvidable novela que os invito a releer o a disfrutar por primera vez. 

Pero nos vamos a lo grande, con un grupo de niños y niñas que merecen un futuro de fantasía. 

Como todas las mañanas, la tribu de los comerrocas, los silfos nocturnos y los diminutenses se encuentran en las asambleas, lugares tranquilos para hablar y organizarnos. 

Y cuando estamos terminando de colorear con todo el arcoíris al león Graogramán, conocido como la Muerte Multicolor, surge la sorpresa. 

Aparecen tres personajes de la Historia Interminable: Hynreck el Héroe, un Yscalnary y una Polilla Payaso. Y los tres nos invitaron a jugar. 

Guerreros y guerreras de Fantasía. Soy Hynreck el héroe, el caballero más valiente que ha cabalgado por el Mar de Hierba. Mis aventuras son incontables, entre otras hazañas vencí al dragón más temible de Fantasía. Pero el reto más difícil fue darme cuenta que no le tenía que demostrar nada a nadie, solo a mí mismo. 

Os invito a dos pruebas propias de los más indómitos e indómitas guerreros y guerreras de estos lugares, pero sin olvidar que no debemos dañar bajo ningún concepto al contrario y que el principal reto es superarse a uno mismo. 

Y eso hicimos, un reto en el que lanzamos con arco y cabalgamos para enganchar una anilla con la lanza.

Vengo de la Ciudad de Mimbre, de Yskal, un lugar rodeado por el Mar de Niebla. Soy un Yskalnari y en mi tierra todo es armonía y nos es muy fácil hacer cosas juntos. Tal vez demasiado fácil ya que todos pensamos igual. Nos hemos dado cuenta que el reto es colaborar con los que son diferentes. Y eso nos lo habéis enseñado vosotros y vosotras. 

Yo os animo a realizar juegos donde la cooperación es la única regla para el éxito. 

Le hacemos caso y todos juntos, grandes y pequeños, disfrutamos con la capa de colores demostrando que juntos podemos hacer grandes cosas. 

Ahora soy una polilla payaso, pero antes era un Ayayai, que se pasaba todo el día triste por ser el ser más feo de Fantasía; con nuestras lágrimas se lavaba la plata con la que construimos la maravillosa Ciudad de Plata. 

Pero Bastián sintió lástima por nosotros y nos convirtió en Polillas Payaso, seres que solo pensamos en hacer bobadas sin sentidos, en reír y reír aunque no sepamos porqué lo hacemos. 

Aprendí que en ocasiones hay que estar triste y otras veces contento. Todas nuestras lágrimas y sonrisas tienen un sentido. Os invitamos a reíros unos con otros convirtiéndoos durante un ratito en Polilla Payaso. 

Nos pusimos las narices de payaso e hicimos juegos para echarnos unas risas. 

Pero también escuchamos la voz de otros dos personajes de Fantasía, el león Graograman y la vieja tortuga Morla. Uno nos invitaba a la acción y la otra a la vida lenta. 

Vetusta habló así.  Mira vieja, aquí están de nuevo estos pequeños y pequeñas. La verdad es que nada nos importa demasiado. Los humanos le dan demasiada importancia a cualquier cosa y siempre hay dramas. Deberían ponerle un poco más de calma, verdad vieja. Os proponemos un poco de tranquilidad, la lentitud en ocasiones es el camino más rápido. Nuestro reto es hacer cosas muy, muy, despacio.

Y realizamos un reto donde ir despacito era la única manera de superarlo. Como pasar si no entre esa red sin tocar ningún hilo. 

Pero el león en cambio...

No hagáis caso a esa vieja. Si me conocierais, cosa que no es posible ya que soy el león conocido como la Muerte Multicolor, os resultaría tremendamente emocionante correr a toda velocidad. Llegar a cualquier sitio... eso sí, siempre que lo deseéis. Si quieres dejar un lugar debes antes desear llegar a otro. Así que os reto a correr y correr y correr.

Y eso hacemos con las carreras a lomos de simpáticos unicornios. 

Después de tanto personaje y tanto juego repusimos fuerzas con la merienda compartida. Muchas gracias a todas las familias por vuestro apoyo, por las ricas viandas que nos hemos zampado entre todos y todas. Un poco de fiesta y bailoteo, que estamos despidiendo el verano.

Ya solo resta completar el marcapáginas de la Hija de la Luna pegándole nuestras fotos y recogiendo la firma de los amigos y amigas.

No podía ser de otra manera. Al final nos visitó Atreyu y Enguivuk para animarnos a llenar el mundo real con las historias que imaginamos, con nuestros sueños. La creatividad es el agua de la vida. 

El señor Koreander cerró la puerta con cuidado y los siguió con la vista. 

—Bastián Baltasar Bux —gruñó—: si no me equivoco, les vas a enseñar a muchos el camino de Fantasia para que puedan traernos el Agua de la Vida. 

Y el señor Koreander no se equivocaba. Pero ésa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión. 

POR ENDE…

Y gracias a este equipazo que ha hecho posible la escritura de estos veintiséis capítulos. 

POR CIEMPIÉS...


No hay comentarios:

Publicar un comentario