jueves, 10 de julio de 2025

El Kohdo, Haikus en el claro del bosque y Matsu.

Seguimos enseñando lo que acontece en Mundo Bosque. 

Nada más salir el sol, ya hay hijos e hijas del bosque disfrutando del maizal y de su curiosa relación con los animales. 

Tras la merienda los talleres que hemos hecho mezclan todo tipo de habilidad. Es objetivo de los yokais cultivar el cuerpo y la mente. Tan pronto movemos troncos como creamos haikus:

En el "Taller de los Yokais" nos centramos en el sentido del olfato y del tacto a través del conocimiento del incienso. Nos acercamos al Koh-do, el camino del incienso.

A medida que el gusto por el incienso en Japón fue creciendo, se crearon grupos de personas que se reunían y ponían en común sus apreciaciones de los distintos elementos aromáticos y sus conocimientos acerca de cada materia prima. De estas reuniones nace la ceremonia de Koh-Do o “arte o camino del incienso”. En japonés la palabra “koh” significa incienso.

El incienso es una preparación de sustancias aromáticas vegetales, a menudo resinas, que al quemarse produce un humo fragante.

Primero olemos distintos inciensos e intentamos diferenciarlos. 

Luego pasamos del olfato al tacto y creamos un bonito incensario. Lo hacemos con arcilla blanca para moldear con secado al aire. Usamos una hoja de celinda que presenta unas nervaduras muy marcadas. 

La marcan, recortan y moldean. Luego le colocan media bolita con un agujero donde se sostiene la barrita de incienso. Luego la pintan con acrílicos. 

En el "Taller de Musgoso" realizamos un bonito bosque con la perspectiva de quien estuviese sentado en un claro. En un circulo de cartulina marcamos los troncos y ramas de los árboles con rotuladores negros. Con trocitos de algodón mojados en témpera verde clara hacemos las copas. Usando esa misma técnica coloreamos el azul del cielo. 

Luego, usando palitos para los oídos, marcamos circulitos verdes oscuros en las copas para darles más cuerpo. 

Pegamos este circulo en una cartulina en cuyo reverso aparece un Haiku dedicado a los bosques: 

La luz desciende / en esplendor dorado, / bosque encendido

El Haiku es una composición poética de origen japonés que consta de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente.

Lanzamos un reto: ¿eres capaz de hacer uno?

Por último, en el "Taller de los Ents" usamos unas piñas del pino silvestre para hacer a Matsu, el yokai de los pinares.

Este yokai cuida de los pinares y toma forma de una piña. Se esconde entre las acículas del pino y se lanza desde las ramas a las cabezas de los que tratan mal a los pinares.

Lo realizamos con una piña, ojos de manualidad, bolitas de lana, pajitas de cartón, alambres y palos de madera.

Hoy comentaros que repartimos unos sobrecitos con estambres de cártamo que hemos ido recogiendo en la huerta. El cártamo es una planta procedente de Egipto, que se cultiva por sus flores cuyos estambres se usan como sustituto del azafrán o como tinte natural para la tela; también se usan sus semillas de las cuales se extrae un aceite comestible.

Estos dos días al final de la jornada nos detenemos en dos mujeres del boque: 

La keniata Wangari Maathai (1940 – 2011). Fundadora del Movimiento Cinturón Verde. Desde 1977, lideró una campaña para plantar árboles, conservar el medioambiente y empoderar a las mujeres rurales en Kenia. Su movimiento plantó más de 50 millones de árboles.

Berta Cáceres (1971-2016), nacida en Honduras. Cofundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras. Defendió los derechos del pueblo indígena lenca frente a megaproyectos que amenazaban los ríos y bosques de su región. 

Y mañana una nueva sorpresa. 

martes, 8 de julio de 2025

El bosque domesticado, papel vegetal, yoga y troncos.

Se abre un claro en nuestro bosque por donde os podéis asomar para ahora compartir algunos momentos con vuestros hijos e hijas. 

En las asambleas nos fijamos en un nuevo pájaro (el colorín o jilguero) u árbol veguero de nuestro entrono (el azufaifo al que colocamos el nombre con unas cintas de colores), una tribu ligada a los bosques (los Baigas de la India) y un ser mitológico (el extremeño "Machu Lanú").

Y nos ponemos a la tarea. En "El bosque domesticado" nos acercamos a la huerta que protege un espantapájaros que está como una regadera. 

Vemos el rincón del compostaje y la lumbricultura. Luego nos fijamos en todas las plantas cultivadas: judías, pepinos, boniatos, girasol, tomates, pepinos, berenjenas, tupinambo, calabacín, maíz, melones, sandías, zanahorias, remolachas, apio...

Recogemos pepinos y berenjenas. Y arrancamos algunas zanahorias que han dado flor y convertido la zanahoria en un extraño personaje naranja. 

Dedicamos un ratito a recoger semillas de caléndula y los estambres rojizos del cártamo que se usan como tintes o como colorantes sustitutivos del azafrán. 

En el corral hoy cogemos escobas, recogedores, estropajos y rasquetas, nos remangamos y nos ponemos a limpiar. 

Al final barnizamos las cajas nido con mucho mimo. 

En "El Bosque Animado" dedicamos la primera parte a respirar y practicar el yoga. Después de las distintas posiciones o asanas,  y los ejercicios de respiración, pranayama y meditación finalizamos el taller de yoga con un ejercicio de gratitud. 

Cada niño y niña agradece algo a la vida. Haberse despertado en una casa fresquita, con una familia que les quiere, el desayuno tan rico que se han comido, tener un cuerpo sano y fuerte…o lo que se les ocurra. Así intentamos hacer una práctica de positividad para valorar todas las cosas buenas que nos rodean y centrarnos menos en las pequeñas historias que nos causan tristeza o frustración. Tal vez los adultos deberíamos hacer este ejercicio a diario. 

Tras el ratito de yoga, los hijos e hijas del bosque nos ponemos a jugar con troncos. Lanzarlos por la rampa, hacer lanzamientos de puntería, arrastrar grandes troncos por grupos...

En este video podéis ver algunos de los juegos:

Y ya solo contaros el taller de "Artesanos del Bosque". Terminamos los marcapáginas que hicimos con el papel vegetal al que incorporamos elementos vegetales. Los recortamos y les colocamos un adorno. Lo acompañamos de una nota que dice:

"El uso del papel reciclado reduce la cantidad de árboles que se talan para la fabricación del papel y la alteración de los bosques naturales. Gracias al reciclaje de papel, de media, por cada tonelada de papel y cartón que se recicla se evita la tala de 18 árboles."

Y aprendemos a tranzar lanas para hacernos unas pulseras bosquimanas muy chulas. 

Mañana nos seguiremos arrimando a buenos árboles buscando esas sombras que no atemorizan sino que cobijan.