viernes, 10 de septiembre de 2021

Cero... a dar ejemplo.

Esta escuela de verano ha intentado llegar hasta las familias, meterse en vuestros hogares a través de diversos retos. Era un modo de hacer eco de lo que intentábamos trabajar con vuestros hijos e hijas. 

Y ha funcionado gracias a vuestra colaboración, a que nos habéis seguido el rollo. 

Muchas gracias y nos vemos el año que viene si os apetece vivir con nosotros una nueva aventura. 

jueves, 9 de septiembre de 2021

Uno... Somos econautas

Terminamos el verano Econauta con esta sexta hornada de niñas y niños econautas.

Al comienzo de la mañana leímos un último hábito y nos hicimos una foto con las más de cincuenta recomendaciones para hacer de nuestro planeta un hogar. 

Luego la mañana transcurrió como las anteriores, con las mandalas, las transmutaciones, el cine y los animales.


Antes de la merienda, realizamos un juego más, un tres en raya donde los equipos del agua, el suelo y el aire tienen que alienarse para vencer a los socavadores. 

La merienda fue compartida. Os agradecemos el montón de cosas que llevaron vuestros hijos e hijas para celebrar esta merendola. Ya sabéis que ponemos mucho cuidado para que solo los monitores y monitoras manipulen los alimentos. 

Y finalmente, el comunicado de despedida de la Doctora X y la aparición de Canosonauta para darnos la enhorabuena y presentar a los simpáticos contenedores que nos han acompañado todo el verano, Plastichín, Cartrunez y Vidriolo. 

Una línea para agradecer hoy la colaboración de nuestros amigos Bruno, Antonio y José. Ellos saben por que. 

Ya solo nos resta despedirnos agradeciendo a todas las familias su colaboración, confianza y cariño, tres ces que nos animan a seguir imaginando. 

Feliz curso y recordar.....¡¡¡¡¡SOMOS ECONAUTAS!!!!!

miércoles, 8 de septiembre de 2021

Dos ...y la disputa entre Cartunez y Plastichín.


Hoy dimos la bienvenida a cuatro econautas nuevos. Encantados de recibir a Valeria (pinaprima), Lara, Ivan y Serván. 


Y la mañana en este penúltimo día transcurrió cargada de actividad como ayer. Los animales y el maíz, el ecocine y el transmutador y la mandala. De nuevo se nos lleno de extrañas mutaciones nuestra guarida y dedicamos un rato a esa tarea relajante de completar la mandala. 


Y es que en ocasiones debemos apuntarnos a una vida más lenta, fijarnos en los biorritmos de un caracol. 


Tras la merienda realizamos una manualidad de reutilización a partir de un brick. Cartones de leche, de zumo o de caldo los transformamos en un divertido monedero. 


Limpiamos bien el envase, le damos los cortes debidos, lo decoramos y forramos y le colocamos un velcro que hará de cierre. 


La decoración la hicimos con cinta de carrocero, serpentinas y las ceras. 


Cuando finalizamos nuestra actividad de reutilización, aparecieron Plastichín, el contenedor amarillo de los envases ligeros, y Cartunez, el contenedor del cartón y papel. 


Los dos venían a darnos la enhorabuena por recuperar y reutilizar un objeto que termina en su barriga. 

Cartunez decía que como se llama cartón de... que era cosa suya. Plastichín le llevaba la contraría; es un envase con aluminio, cartón y plástico y es de su incumbencia. 


Se acaloraron un poco por que no se ponían de acuerdo hasta que Eli tuvo que poner un poco de cordura. Y le dio la razón a Plastichín: aunque  lo llamamos cartón de leche, en realidad es un envase ligero muy complejo que debemos meterlo en el contenedor amarillo. 


Cartunez lo entendió perfectamente y se dieron un gran abrazo con el que finalizamos la mañana. 

martes, 7 de septiembre de 2021

Tres... el manguerazo.

En el penúltimo día del verano no nos perdemos en melancolías. 

Tras la asamblea realizamos tres actividades por las que irán rotando en estos tres días de la cuenta atrás. 

Nos despedimos de los animales del corral dando un paseo con Jara y Catalina. Aprovechamos para acercarnos a un maizal verde y a otro seco de la vega, donde las panochas se cultivan para dárselas de comer al ganado. Recogemos algunas y las pelamos para usar el grano como comida y la cubierta para la cama de los conejos. 

A la vuelta les damos de comer y nos dirigimos a nuestra huerta para recoger el maíz rosetero que hemos cultivado con mimo durante el verano. Observamos las diferencias entre ambos.  

Luego lo desgranamos y lo repartimos en unas bolsitas a las que colocamos una etiqueta coloreada por nosotros. 

Mientras tanto, otro grupo está en el Eco Cine. En esta ocasión proyectamos "Hermano Oso" del 2003 y la vemos con tranquilidad y comiendo palomitas, esas que se elaboran con los granos de maíz que los otros econautas desgranaron de las panochas.

El cuidado del medio ambiente y sus animales es una de las muchas enseñanzas que podemos aprender con esta preciosa y emotiva película de Disney. 

En ella, nos trasladamos a los bosques del noroeste americano, donde vive un niño indio llamado Kenai. Su vida sufre un giro inesperado cuando los Grandes Espíritus lo transforma en un oso, el animal que más odia. Kenai se hace amigo de un osezno, Koda, que le enseñará más de lo que nunca pudo imaginar.

Y el tercer grupo, se transforma en una peculiar pandilla animal, en econautas de verdad. Mientras pasan por el transmutador, un momento de paz coloreando una mandala. 

Intentamos simbolizar que los econautas transformaremos el mundo con los colores del respeto a la biodiversidad.

Y tras la merienda el ultimo manguerazo del verano. Pompas, el barco hinchable que ya tiene menos fuerza que nosotros, el abordaje y la pista deslizante.

Como no, también el cañón de espuma al grito de "limpiemos el mundo de socavadores". 

En definitiva, nos tenemos que limpiar nosotros de todas esas bobadas que hacemos y que ponen en un serio aprieto al ecosistema que necesitamos para vivir felices...para vivir. 

Finalizamos esta calurosa mañana con unas bombas tan dulces como refrescantes: uvas sin pepitas congeladas.