jueves, 29 de junio de 2017

La música de la huerta y el corral.



Como os dije, Catalina está recién sacada de la lavadora, blanca y esponjosa. Y para presumir de oveja limpia y de bien, nos acompañó a recoger a los flautistas.

En la obertura de la mañana leímos y escuchamos las libretas viajeras (la lista ciempiés en clave de sol sigue creciendo en Spotify) y le cantamos "cumpleaños feliz" a Carmen. A falta de tarta y velas sopló el rabo de la primera berenjena del verano.

Ademas le dimos la bienvenida a Kike y Trisca, que vinieron ayer y se van hoy.

En la huerta, después del trabajo matinal, realizamos un maniquí challenge para poner en valor el sonido de la huerta. Las plantas son el silencio y los pájaros las notas que trinan. Lo han hecho fenomenal.




También os mostramos uno de los sonidos del corral, el cacareo de las gallinas realizado con nuestros vasos.






Tras la merienda, los "Musicalia" realizaron el taller del atrapasueños. Y curraron fenomenal. Como terminaron prontito, contamos una breve y alocada historia debajo de la mesa (es un lugar ideal para la narrativa).


Todas las mañanas uno de los grupos ha realizado juegos con la música. las estatuas, los abrazos, construir formas, las sillas musicales, el director de orquesta, el baile y sentir el ritmo fueron algunos de los divertidos juegos propuestos.






Terminamos el día con la Consagración de la Primavera de Igor Stravinsky.


Y con unos polos de limón para refrescar nuestros sentidos.


Y para que conste, os dejamos una foto de nuestro comedor. la comida nos la sirve "Paladar", con los que estamos muy satisfechos.

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