martes, 13 de agosto de 2013

Verne y el mar

En el diario de la sociedad verniana anotamos que ha aparecido una nota firmada por J. Verne que condicionará el transcurso de los últimos días. 

Otros acontecimientos a destacar: han venido dos amigos nuevos, Jose y Miriam, conseguimos amaestrar a los pollos del corral que hacen acrobacias con los domadores de gallinaceas, nacen tortugas de nuestras manos y los conejos no han perdido aún la paciencia.

 Como queremos seguir conociendo las pasiones de este novelista, nos fijamos en su amor por los barcos y el mar, tan presentes en sus novelas. Hemos realizado un simpatico barco con su capitán Hatteras a bordo.

 Las aventuras del capitan Hatteras es una novela de Verne que narra la historia del capitán inglés Hatteras, que embarca a un grupo de valientes en el Forward (o sea, Adelante), un avanzado barco de vela y vapor construido especialmente para la expedición, con el objetivo de ser los primeros en llegar a las tierras ignotas del Polo Norte. En el nombre de este barco es donde mejor se sintetiza el "espíritu Verne", o al menos el de sus héroes siempre tan activos.
 
Amiens, 1895. Julio Verne a sus sesentisiete años se encuentra sentado apaciblemente en su residencia, y con un gesto melancólico exclama ante una periodista: «Soy un devoto del mar, y yo no puedo imaginar nada más ideal que la vida de un marinero». Estas palabras reflejan su gran pasión por aquel mar que formaría parte de su vida desde su infancia, pues su familia materna perteneció a una distinguida casta de armadores de barcos del puerto de Nantes, su ciudad natal.

Baste recordar también sus palabras en boca del capitán Nemo, su más famoso personaje: «¡El mar lo es todo! Su aliento es puro y sano. Es el inmenso desierto en el que el hombre nunca está solo, pues siente estremecerse la vida en torno suyo. El mar es el vehículo de una sobrenatural y prodigiosa existencia; es movimiento y amor; es el infinito viviente.»

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