Marcianos

Los marcianos han hecho acto de presencia en el aula rural. Dentro de la ciencia ficción es todo un temazo. Y hoy, en el taller de cine, nos hemos creado uno. 

Con un tapón de corcho y una pinza de madera realizamos nuestro alienígena. Y en nuestro cuaderno de notas dibujamos el marciano tal y como lo imaginamos... y no todos son verdes. Uno de los marcianos, el de Dani, se lanzó a chupar la cámara del fotógrafo.

 
Pero antes, alargamos nuestro paseo matinal hasta el aula rural pasando delante del Cortijo del Pino. De camino nos fijamos en muchos frutales y comimos azufaifos, peras, ciruelas, higos, ... Nos metimos en una plantación de tabaco ¡Que hojas tan enormes!. 


El nogal nos llamó la atención; no sabíamos que tras esa capsula verde se escondía una nuez. Vimos volar urracas y garcillas bueyeras. Muchas sorpresas que se esconden en las márgenes de un camino de vega. Y también nos detuvimos junto al aljibe, a la sombra de un gran tilo.

Y hablando de arboles singulares nos acercamos al tronco que cuenta la historia del pino responsable de la denominación del cortijo. Contamos sus anillos y averiguamos que casi era un árbol centenario.


Al llegar José nos dio una charla sobre los dinosaurios que salen en Ice Age: el origen de los dinosaurios. Y lo hizo con un gran manejo del lenguaje. Enhorabuena. 
También en la asamblea leímos las libretas viajeras y terminamos un sello espacial que nos puede servir de ex-libris.

Después a limpiar los animales y a darles de comer. Esta vez fue a Catalina a la que le toco baño. Y una tortuga realizo una proeza que se comentará durante muchos años en el tortuguero ¡Hemos conseguido morderle la naríz a un niño! También realizamos una divertida actividad en la que compusimos faunas imposibles propias de una peli de ciencia ficción. Ya los veréis. 



Y además de otros asuntos que no deben salir aún a la luz, elaboramos polos de naranja, de limón y mixtos (un toque marciano a los futuros refrescos).