Todos y todas realizamos el saludo a la montaña donde nos conectamos con la madre tierra y mostramos nuestro agradecimiento. Es la antesala de las asambleas bosquimanas. En ellas contamos cuales son los retos del día y vemos las libretas viajeras.
En estas hojas que salen y entran de Mundo Bosque, los artistas reflejan como les parece el bosque de sus sueños.
En cada asamblea nos fijamos en un aspecto diferente: los pájaros y los árboles, las tribus ligadas a los bosques y los seres mitológicos escondidos en la foresta.
Nos hemos fijado a lo largo del verano en distintos árboles a los que colocamos su nombre anudado con cintas de colores. En esta ocasión el protagonista es el chopo, la especie arbórea autóctona de la Península Ibérica que más rápido crece. Pópulos es el nombre latino de los álamos y chopos, que significa ‘el pueblo’, es decir, sería el ‘árbol del pueblo’.
También has sido diversos los pájaros protagonistas. Hoy nos fijamos en la paloma torcaz, muy común y extendida por toda la geografía española.
Aunque otras veces buscamos los seres mitológicos en bosque y montañas lejanas, terminamos con el Mono Careto de Sierra Nevada. En Granada encontramos una creencia muy arraigada sobre la existencia de un personaje malicioso al que debe temer cualquier montañero que se adentre en las espesuras serranas. Se trata del mono careto, una especie de duende con aspecto de mono y rostro serio.
Y la tribu de septiembre son los pigmeos Baka. Durante generaciones han desarrollado sus propios métodos para vivir en armonía con la selva, en África Central, a la que conceden un carácter divino. No se limitan a vivir en la selva, sino que son parte de ella. Por eso la cuidan y la conservan. La jungla les proporciona todo lo necesario para vivir y no conciben conceptos como acumular o almacenar.
Allí, escribimos nuestros deseos en unos papeles y los enterramos junto a las raíces bien abonadas de los olivos que hemos plantado.
En los olivos agarramos unas cintas con un pequeño kodama pretendiendo que sea su protector.
Y nos dedicamos a recoger peras que han madurado en el árbol y están muy dulces. Es muy gratificante ver el placer que supone para ellos y ellas esta labor.
Las repartimos entre todas y todos y nos las llevamos a casa en unas bolsas de papel.
También os contamos que tras la merienda en "El taller de Musgoso", ese espacio que dedicamos a representar de distintas maneras un paisaje forestal, hoy hacemos el Bosque de Ogigia.
"Ulises desembarcó en la isla de Ogigia, donde vivía Calipso, la hija de Tetis y Océano. Bosquecillos de alisos, álamos negros y cipreses, con búhos, halcones y locuaces cuervos marinos posados en sus ramas ocultaban la gran cueva de Calipso".
Hacemos una isla con un fragmento en griego de la Odisea. Luego con cenefas griegas hacemos los troncos de los árboles. El mar y las copas de los árboles las realizamos con papel de plástico de burbujas.
Le damos pintura y estampamos con él, creando unas texturas muy chulas.
Y si os preguntáis por que aparece ahora Ulises, en la última entrada del verano os lo explicaremos.
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