Nos ocupamos del mar, un océano de aventuras donde unas olas nos enseñarán y otras nos llenarán de espumosas y saladas sonrisas.
lunes, 7 de septiembre de 2015
Despedimos el verano con el resplandor de Da Vinci.
Cuando pensamos en Leonardo Da Vinci se nos viene a la mente la Mona Lisa. Desde ahora, pensaremos en la Luna. Da Vinci resolvió el enigma del brillo de la Tierra. Se puede observar el brillo de la Tierra cuando hay luna creciente en el horizonte al ponerse el Sol. Busca entre los cuernos de la creciente una imagen fantasmal de la Luna llena. Eso es el brillo de la Tierra.
Para Leonardo, "la luna vieja en los brazos de la luna nueva" era un enigma atractivo. Como artista, estaba interesado en la luz y la sombra. Como matemático e ingeniero, era aficionado a la geometría.
En el Códice Leicester de Leonardo, de alrededor de 1510, hay una página titulada "Sobre la Luna". El escribe sobre el "resplandor fantasmal" que es debido a la luz del Sol rebotando en los océanos de la Tierra y, a su vez, golpeando la Luna.
Con esta última mirada al cielo hemos cerrado el verano espacial. Aunque tempranito parecía que el cielo se desplomaba sobre nuestras cabezas. Estas lluvias nos anunciaban que el verano daba paso al otoño.
Hoy ha sido día de Cineplanet, de peli con palomitas. Hemos proyectado ha sido "El Planeta del Tesoro". No han perdido un instante la atención siguiendo las aventuras de Jim, un gran surfista solar. Se enfrenta a una cacería intergaláctica de tesoros. Fantasiosa adaptación por parte de la Disney del clásico de Robert Louis Stevenson "La isla del tesoro", una aventura con barcos voladores ambientada en el espacio exterior. Walt Disney Pictures (2002).
Después del cine nos hicimos nuestros carnets de guardianes galácticos y complementamos nuestro cuaderno del viajero galáctico. También repartimos los Cd de fotos del turno y una chapa de recuerdo con el Hombre de Vitruvio y el resplandor de la tierra sobre la luna.
Y la esperada merendola galáctica. Gracias a los papás y mamás por tan deliciosos bizcochos, tartas y otras viandas. Os mandamos un fuerte aplauso. Como no hay fiesta sin música, nos echamos unos bailes.
Finalmente las despedidas. Besos a los amigos y amigas, incluidos los animales que tantos ratos divertidos nos han hecho pasar. Este gatito recibió muchos adioses; si os fijáis nos son los suyos los únicos ojos gatunos.
Guillermo nos hizo un precioso regalo, una tacitas para el té y un alucinante dibujo. ¡Muchísimas gracias!
Y ya solo resta despedirnos hasta el verano que viene y desearos un feliz curso. ¡Qué la fuerza os acompañe!
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