Después de llevar más de dos meses pensando en la programación del verano, buscando información, ideando recursos y preparando la infraestructura, al margen de las cuestiones puramente administrativas, ya está todo preparado para comenzar un Verano da Vinci.
Mucha transpiración y algunos buenos ratos de inspiración, conducen a este punto de partida. Es francamente una fase muy interesante y creativa; cuando ves que esas ideas van tomando forma, genera una gran satisfacción.
Esperamos que todo salga bonito y que Leonardo esté satisfecho de nuestro trabajo.
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