En agosto, mes en el que unos y otros buscan mares y montañas, un pequeño e ingenioso grupo de chicos y chicas, bajo la tutela de Rocio y Noelia, se disponen a divertirse en la Vega. Su objetivo: aprender de la mirada con la que Leonardo da Vinci obserbava el mundo, ese inquieto amanecer del Renacimiento.
En estas fotos los podéis ver, a los inventores y a los artistas, dos grupos de aprendices, dos facetas vitales que se mezclaban en la mente de Leonardo.
Para empezar nos conocemos y convertimos el aula rural en nuestra casa. Nos instalamos y preparamos la carpeta donde guardaremos todos nuestros trabajos.
Y comenzamos demostrando nuestras capacidades con el color dando vida a nuestra particular Mona Lisa cambia-caras.
Con un ritmo más pausado, con brisas que proceden del Atlántico, iremos mostrando lo que aquí acontece.
Y nos alegramos que Angel haya superado sus anginas.
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