Nació en Barcelona, una noche azotada por una terrible tormenta. Esos truenos y relámpagos formaron parte del modo de bailar de Carmen Amaya. Fue una bailaora tan increíble que aún es recordada como la Reina de los Gitanos.
Con esta mujer que, desde niña, nunca siguió las reglas, comenzamos el día. En la asamblea leemos las libretas viajeras: la mujer extraordinaria, el superpoder de nuestras abuelas y nuestros miedos que si se cuentan y nos reímos de ellos se hacen más pequeños.
Antes de comenzar con las actividades, dedicamos un rato a elegir un regalo para un amigo y para una amiga. Los recortamos de revistas de juguetes donde, tristemente, tienen unas páginas para niños y otros para niñas. Los resultados dan que pensar.
Mientras tanto escuchábamos las curiosas melodías del Theremin de Clara Rockmore, un instrumento con el que podía hacer música sin ni siquiera tocarlo. Para ella era un sueño, ya que una enfermedad le impedía tocar el violín con el que se había convertido en una niña prodigio.
Nos fijamos en "Atrévete con la cocina". Nuestros valientes preparan su propio batido saludable a partir de frutas, leche o zumo de naranja y otros ingredientes que van seleccionando.
Usamos un mini-libro montable de la Biblioteca Infantil de la ONCE, "Regina, as de la cocina". Es sobre una niña sorda y ciega que quiere ser cocinera de mayor. Junto con el libro hacemos una marioneta de Regina y un marca-páginas de esta niña donde anotamos los ingredientes seleccionados en el batido.
Mientras tanto, otro grupo hace la gymkana de Beatrice Vivo (de la que os hablaremos mañana) y el tercero está en la huerta y en el corral. Además de disfrutar de nuestros chotillos, han sacado las pipas de los girasoles; todo un descubrimiento. Y todas las manos disponibles son pocas para blanquear a Catalina.
Tras la merienda, la Pandilla de Vaiana, en "Atrevete con el arte", terminaron el homenaje a Shamsia Hassani. Grafiteros por la paz cuyo resultado final es una bandera blanca.
Escribió un libro muy famoso llamado Primavera Silenciosa.
Realizamos una manualidad sobre el ciclo del agua. Y luego jugamos con globos, en algunas ocasiones llenos de agua y en otros de aire, dos elementos esenciales para la vida en la Tierra.
Terminamos viendo una versión diferente y un poco cáustica de Caperucita Roja, a la que dio vida Marjolaine Leray. Que aunque somos niños y niñas, no somos tan ingenuos como los lobos creídos.
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