Aproximar el cine a los niños y niñas, no es sólo un juego; es más que un instrumento didáctico de gran utilidad en su educación integral. El cine tiene el valor en sí mismo de ser transmisor de sentimientos. Desde sus inicios, los relatos que cuenta el cine han afectado a generaciones de personas mediante sus argumentos, sus contenidos, sus imágenes y sus ideas. Nos permite conocer diferentes culturas, historias y acontecimientos pasados, presentes y elucubrar sobre los futuros.La envoltura artística del mensaje cinematográfico y el empleo de recursos tales como la música, el color y los efectos sonoros junto con las imágenes visuales, despiertan el interés por aprender a la vez que desarrollan la creatividad y estimulan la fantasía.
Como veis hay muchas razones para pasar “Un verano de Cine”, para regalar una entrada en blanco y rellenarla con el título de mil aventuras.
¡Atención, se rueda!
No hay comentarios:
Publicar un comentario