Hoy ponemos punto final al naufragio acontecido en agosto. Con pena y con un poquito de gloria decimos adiós a todos estos aprendices de Crusoe.
Como es perceptivo, hicimos un fiestorro para despedirnos y repartimos los diarios, el Cd lleno de historias detenidas para narrar y otros regalitos.
Estamos seguros de que todos nos hemos enrollado fenomenal para que estos días no hayan sido un rollo.
Esperamos que a nadie se nos haya ido la pinza, aunque un punto de locura es fundamental para disfrutar del día a día.
Y nuestro objetivo principal es haber sido capaces de enmarcar con alegría este rincón de vuestro verano y que la foto que de él os lleváis sea una instantánea bonita de recordar.
¡Nos encontramos en la próxima aventura!