Normalmente en la isla de Robinson siempre montamos, en sentido figurado, un buen gazpacho. Hacemos multitud de actividades que se entremezclan, como si de ingredientes se tratasen, para conseguir un sabroso resultado.



Hemos terminado nuestros colgantes artesanos combinando las bolitas de arcilla pintadas y las cuentas hechas con palos de sauco. Esta planta, que sigue creciendo espontáneamente en nuestra isla veguera, se ha utilizado con fines medicinales desde antiguo, tanto la infusión de sus flores como sus bayas. Incluso se le atribuían poderes mágicos.
Y como está haciendo mmmmuuuuchooo calor, el manguerazo no puede faltar ningún día.

La podéis ver junto a Juan ayudando a servir el gazpacho (y es que estamos promocionando este manjar en el extranjero).
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