Festival Da Vinci.

Y ponemos el punto y final a este verano lleno de ingenio y curiosidad, de inventos y arte. Nuestro maestro da Vinci tendrá, a partir de ahora, un rinconcito en nuestra infancia.

Como la creatividad ha sido un elemento fundamental en esta escuela de verano, hoy comenzamos realizando un cuadro con distintos tipos de pasta, que por algo Leonardo era italiano. Asi que ¡Pasta per tutti!

Luego preparamos la carátula del Cd de fotos dando color a una paleta con nuestras huellas dactilares, recordando que Leonardo, en ocasiones, dibujaba con los dedos.

También debemos terminar nuestra carpeta donde guardaremos todos los trabajos: la foto de grupo, la cara en la Mona Lisa... Un bonito recuerdo que debemos guardar con cariño.

Después de recoger todas nuestras cosas comienza el Festival Da Vinci de Música y Danza. Mucho talento y simpatía. Muchas gracias a todos los artistas a los que obsequiamos con un micrófono veguero.





Mientras preparamos la merienda compartida, como hemos echo en otros turnos, recordamos la histórica batalla de los cartones entre Miguel Angel y Leonardo. Lo hacemos realizando obras de arte originales y cooperativas. Muy sucio y divertido.

Y llega la gran merendola. Agradecemos a los papás y mamás vuestra colaboración, aportando tartas, bizcochos, bocadillos y muchos otros manjares. Os mandamos un fuerte aplauso con la energía de nuestro cariño incondicional.

Y ya solo nos resta despedirnos. Esperamos haber conseguido devolver con intereses vuestra confianza prestada, ojala estos días permanezcan en el baúl de los recuerdos infantiles de vuestros hijos e hijas. 

Nos vemos el verano que viene. Daremos la nota en un verano en clave de Sol. 

Un penúltimo día muy animal.

Aquí nos tenéis a todos, con la V de Vinci y los pergaminos del cielo de los inventos. Leonardo nos rogó que se los cuidásemos bien; el mejor modo de custodiarlos ha sido aprender la mirada de Leonardo, de volar junto a su mente.

Pero realmente no somos todos. Faltan los monitores y otros animales. Mientras los Inventores y los naturalistas hacían el instrumento musical, los Artistas disfrutamos de los patos, los conejos, las gallinas, de las ovejas Catalina y Chaplin y del cerdo Gustavo. Os mostramos una cuantas instantáneas de los vecinos del corral.

Y hoy hemos presentado a Jara, una cabra recién incorporada al equipo de trabajo. Posa junto a Antonio, nuestro pastor favorito.

Tras la merienda, un gran refrescón. La pista deslizante, el castillo inflable, la batalla de agua, las pompas... Un buen modo de alejar el calor que nos quiere, sin éxito, aplatanar.









Mientras nos secábamos, llego el momento de zamparse los polos de naranja.


Y mañana despedimos el verano hasta el año que viene.

Nos quedamos de piedra con "Leda y el Cisne".

Antes de ponernos manos a la obra, anotamos en este diario del Verano da Vinci que hoy nos despedimos de Adriana, Dani y de un pirata llamado Darío.

El grupo de Los naturalistas ha trabajado con los animales del corral. Luego prestamos atención a la obra esbozada por Leonardo "Leda y el Cisne".  Es el título de una obra perdida del pintor Leonardo da Vinci, de la que se conservan distintos bocetos, copias, réplicas y otras versiones.

Hemos decorado el marco de esta pintura con las cáscaras de los huevos de los que nacieron los hijos que la ninfa tuvo con Júpiter, ese dios pillín que la enamoró bajo el aspecto de un cisne. Mañana les contaremos esta leyenda escrita en las estrellas.

Y nosotros no tenemos cisnes, pero si patos y gallinas como esta que domestican nuestros amigos Antonio y Jose.

En la huerta los Artistas recogieron pimientos, berenjenas y panochas. Es todo un descubrimiento. Unas negras y otras ralladas, todas muy suaves pero con un sombrero de lo más pinchudo; unos rojos, otros verdes, unos lisos y otros retorcidos, todos oliendo a pimiento; es una sorpresa encontrarse los maíces tan amarillos debajo de esas hojas secas que los recubren. Con las hojas del maíz preparamos una cómoda cama para Gustavo, nuestro cerdo vietnamita.

Los Inventores abonaron la huerta, que es lo que toca cuando se va acercando el otoño; aunque este calor no parece un heraldo de esa estación.

Unos y otros se metieron en la cocina para hacer un delicioso batido de vainilla y canela y unos polos de naranja.

Y en el taller del artista imaginamos a Leonardo caminando por la orilla del mar, recogiendo los tesoros de la pleamar. Con algas y piedras de distintos colores y formas hace su autorretrato. Seguimos sus pasos.

Y en el taller de instrumentos musicales seguimos sacando música de un simple tubo. Hoy hacemos unas divertidas trompetas.

Y al final brindamos por todo lo bueno con el exitoso batido.

En danza.

Seguimos con buen ritmo, apurando estos últimos días de verano... de caluroso verano.

Además de entrar en la cámara oscura (no confundir con el cuarto de los ratones, que en el aula ambiental los castigos no existen) y de relajarnos con la música de la época de Leonardo (la palabra relax y niño pequeño no son fáciles de marinar), contaros que estamos aprendiendo una danza renacentista llamada La Pavana.

Fue un baile sencillo muy popular en toda Europa aunque su origen parece ser italiano. El nombre parece aludir al caminar elegante y tranquilo de los pavos.

Como Helena es muy apañada nos ha traído hoy un bizcocho y chucherías para festejar su cumpleaños. Esta tarta es más decente que el calabacín improvisado de ayer.

Mientras unos cuidaban a los animales, poniendo especial celo en el peinado de Catalina, otros trabajaban duro en la huerta.

Después de quitar matas que ya han dado sus frutos de verano, hemos pasado la mulilla mecánica. Les mola mogollón manejar este aparato (excepto en el instante de la foto, van siempre acompañados en esta ruidosa tarea).

Tras la merienda los artistas realizaron un taller tan sencillo como creativo. Dio un resultado estupendo; cuando trabajas en educación infantil, en ocasiones, simplifica y vencerás. Realizamos unas pizarras de arena en las que trazamos dibujos de múltiples maneras, incluso con la vibración de nuestros golpes en la mesa.

Los mayores realizaron el taller de instrumentos musicales. A nosotros, como a Leonardo, nos gusta inventar instrumentos. Realizamos, con tubo corrugado, una turuta y una pulsera musical.

Terminamos con unos deliciosos polos de limón que hicieron los artistas. ¡Que fresquito más saludable!

Una mañana renacentista.

Si el espíritu del Renacimiento era abrir la mente y abarcar disciplinas múltiples, podemos decir que esta mañana ha sido renacentista.

Antes de nada le dimos la bienvenida a aprendices que se incorporaban hoy al Verano Da Vinci. Tenemos la suerte de contar con Julio, Diego, Candela, Marcos, Julia, Claudia, Pablo, Helena y Rosa.

Y mira por donde, hoy es el cumpleaños de Helena. Tuvimos que improvisar una tarta de calabacín con una gran vela.

Alba y Carla nos dieron una sorpresa al enseñarnos una réplica del Reloj de Chiaravalle diseñado por Leonardo Da Vinci. ¡Qué tipo, era hasta relojero!




En la asamblea, además de ver las libretas viajeras, hicimos tres actividades por las que rotaran los distintos grupos. Aprendimos lo que era la cámara oscura empleada por Leonardo con fines pictóricos, calcando figuras de la Última Cena; nos relajamos y estiramos escuchando música del Renacimiento; y ... la tercera dedicación la contaremos mañana.

Luego dedicamos parte de la mañana a trabajar con los animales y la huerta. Da Vinci era un amante de la naturaleza. Y le hacemos un homenaje tuneando su autorretrato con lana de la oveja Catalina y con dos expresivos ojazos.

En la huerta recogimos maíz y pipas de girasol. Los pequeños agricultores alucinan viendo como las pipas están perfectamente ordenadas en el girasol, esa flor compuesta de cientos de pequeñas florecillas en cuya base aparece la pipa. Las desgranamos y las pusimos a secar al sol con un poco de sal.

Y, como somos grandes artistas, coloreamos el aula rural con distintos elementos de la huerta.




Tras la merienda le toco el turno a los talleres. Hoy os mostramos el proceso de elaboración de las Mona Lisas con arenas de distintas playas.

Como veis, el calor loco no pudo con nosotros.