Recorremos sin orden ni sentido las hojas de los cuentos de Alicia, y de ese modo os narraremos las actividades que estamos realizando cada uno de nuestros días gloriciosos en los que nos sobra muchosidad.
En las asambleas iniciales realizamos tres tareas que os contamos. Una de ellas es leer los sueños que los niños describen con letras e imágenes en las Libretas del Espejo. Muy divertido, pero si se las pasamos a un psiquiatra seguro que nos diagnostica chaladura nocturna. Que de eso se trata.
Luego colgamos en el árbol de la merienda del Sombrerero, la Liebre de Marzo y el Lirón las tazas que habéis traído, muchas de ellas locamente tuneadas. Frutos curiosos los de este peral.
Y metemos en nuestro baúl de las Curiosidades de la Reina Alicia los objetos que nos habéis prestado. Mucha imaginación compartida entre grandes y pequeños. Todos estos tesoros que nos recuerdan capítulos de Alicia los estamos fotografiando para nuestro particular museo: teteras, conejos, sombreros, bebedizos, pastelitos con las letras cómeme, una abanico, cartas... Realmente espectacular.
Os queremos dar las gracias a los padres y madres por seguirnos el rollo. ¿No será que los adultos, al recordar historias supuestamente para niños, están adquiriendo también la belleza de la locura inocente y bien tripulada?
Uno de los grupos hoy visitó el Jardín de las Flores Vivas. Es ese lugar donde llega Alicia, tras salir de la Casa del Espejo y atravesar un laberinto imposible. El jardín donde las flores, un tanto impertinentes, hablan con ella y donde se encuentra, al ir en dirección contraria, con una ficha del ajedrez, la reina roja.
Tras dar un paseo por esta huerta, donde estamos dejando que algunas verduras como el brócoli, la lombarda, las escarolas o el apio den flores, nos pusimos a trabajar.
Recogimos patatas que, dan un aire al desequilibrado Humpty Dumpty. Y también sacamos los ajos de la tierra.
Aprendemos algunos acertijos sobre las verduras, que en el mundo de Alicia abundan (no las verduras, sino las adivinanzas). "En el campo me crié adornada de bonitos lazos y quien llora por mi me hace pedazos". "Tiene cabeza y no pies; tiene dientes y no muerde".
Por otro lado, recogemos tila de nuestro tilo. Y tiene su punto descordelado: la tila tranquiliza pero al caer del árbol de vueltas y vueltas alocadamente. Vivamos cada cual nuestras contradicciones con alegría.
Tras la merienda os contamos que realizamos un sonajero con tubo corrugado. ¿Qué tiene que ver con Alicia? Pues vayamos al capítulo donde Tararí y Tarará (Tweedledum y Tweedledee) la lían por un asunto tan trivial como un sonajero viejo y roto. Menos mal que pusieron los piés en polvorosa cuando apareció el cuervo. Por cierto, ¿en que se parece un cuervo a un escritorio?
Como nuestros locatis tienen bastante imaginación, el tubo antes de sonajero es sonrisa, trompeta y ojo de cerradura por la que asomarse.
Y mañana a seguir corriendo tras nuestro particular conejo rubio.
Que bien se lo pasan muchas gracias por todo!
ResponderEliminarGenial!! Menuda mañana 🥰!! Muchas gracias!!
ResponderEliminarSe van a querer quedar allí todo el veranooooooo!!!!!!!
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