lunes, 4 de julio de 2011

Un montón de amigos



Comenzamos el segundo capítulo de Un circo bajo el Sol. Con el espantapájaros posan los más madrugadores.



Hoy nos hemos organizado, que no es poco. Y para amenizar la asamblea inicial, Aitor nos ha demostrado las grandes virtudes de la risoterapia. Los grupos que hemos realizado son los forzudos, los trapecistas y los malabaristas. Muchos circenses son viejos conocidos del Cortijo del Pino, circunstancia muy gratificante. Y también hay sangre nueva que invita a hacer nuevos amigos.

Y nada más empezar ha surgido la magia del circo: pelotas que flotan en el aire, diábolos que juguetean alrededor de la cuerda y la aparición de un extraño personaje dotado de una enorme sonrisa. Vestido con la carpa del circo, tras darnos la bienvenida, nos ha prevenido en relación con la banda de extraños que, al parecer, andan por los alrededores.

Pero no os preocupéis; Ester, Luis, Tachan y Cesar cuidamos a vuestros retoños como si fueran propios.

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