Nos ocupamos del mar, un océano de aventuras donde unas olas nos enseñarán y otras nos llenarán de espumosas y saladas sonrisas.
lunes, 5 de septiembre de 2022
Un homenaje a Catalina, un dragón y dos juegos de mesa.
Los grupos que vayan pasando estos días por el corral de la Oveja y su madeja, realizarán con lana una bonita oveja.
Sabéis, que en "A través del espejo", la Reina Blanca comienza a decir “better” hasta que estas palabras se transforman en un “beee” y ella en una oveja con su madeja que atiende en una rarísima tienda.
Primero, con paciencia, lana blanca y dos círculos (usamos lonchas de churros de piscina), hacemos los pompones. Luego le añadimos las patas con unos palitos de los oídos y le colocamos una divertida cabeza.
Este va a ser un homenaje a nuestra oveja Catalina. Es ya muy mayor, y en ocasiones le faltan las fuerzas y tiene que tirarse al suelo respirando con dificultad. La cuidaremos mucho entre todos, ya que son muchos, muchos los niños y niñas que han rozado sus lanas.
En los animales, también entremos a coger los huevos en el gallinero, la casa de Humpty Dumpty.
Y les damos de comer, además de cogerlos con mucho cuidado.
Al tiempo que un grupo está en la huerta y otro en el corral, el tercero está en el cine de Wonderland. En esta ocasión estamos viendo La Historia Interminable. Igual que en Alicia, los libros y el mundo de los sueños aquí también se entrelazan.
La historia interminable es una novela del escritor alemán Michael Ende publicada en 1979, un clásico de la literatura juvenil. La película es alemana y se llevó a las salas en 1984. Hacemos una chapa con el símbolo de esta novela.
Tras la merienda, además de las setas que dejan huella, estamos realizando otras dos juegos de mesa.
Una de ellas es un juego de damas con un tablero elaborado con una hoja del libro de Alicia. Las fichas son veinticuatro judías, doce blancas y doce pintas.
Como sabéis, las damas es un juego de mesa para dos personas en un tablero de 64 cuadros. Básicamente, el juego consiste en mover las fichas en forma diagonal sobre los cuadros negros del tablero con el objetivo de comer las fichas del contrario saltando sobre estas. Cada uno de los jugadores dispone de 12 fichas de un mismo color situadas en las casillas negras más próximas a él. El objetivo final del juego no es otro que el de capturar las fichas del oponente o acorralar para que no puedan realizar ningún tipo de movimiento.
En “A través del Espejo y lo que Alicia encontró allí”, el mundo es un gran tablero de ajedrez, que es igual al de las damas. “El campo estaba dividido por pequeños arroyuelos, que lo atravesaban de parte en parte, y por largas hileras de setos, que lo cruzaban en dirección perpendicular, de tal manera que parecía que lo habían recortado en pequeños cuadrados.
- ¡Se diría que está trazado como un enorme tablero de ajedrez! – dijo por fin Alicia”.
Por otro lado hacemos el Tiddlywinks.
Este también llamado pulga es un juego ingles de habilidad, cuya finalidad de disparar unas pequeñas piezas circulares, los Guiños, en un recipiente utilizando otro círculo de mayor tamaño. Los jugadores se turnan, y hay dos objetivos básicos: cubrir los guiños del oponente y hacer que los propios guiños entren en el bote.
Es un juego de la época victoriana, el tiempo que vivió Lewis Carroll. Nosotros lo reinterpretamos y lo hacemos con dos vasos de yogurt y un corcho. Y en él damos protagonismo a los inseparables Tararí y Tarará de los que nos habló el viernes pasado el Sombrerero.
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