El verano va pasando y las páginas de esta historia, de este sueño están casi todas vividas. Pero aún quedan siete días mágicos que vamos a disfrutarlo a tope.
Como manda la jornada de bienvenida, nos organizamos un poco después de definir cuales son los tres grupos: los Conejos Blancos, los Sombrereros Locos y los gatos Sonrientes.
Colocamos nuestras cosas y depositamos en cada contenedor los materiales que hemos traído para reutilizar.
Y cuando estamos haciendo unos juegos para conocernos, aparece el Sombrerero Loco con su maleta, un nuevo modo de entrar en esta demente sueño. Aunque dice que los niños y las niñas no le gustan, nos divertimos mucho con el.
Y nos invita a jugar con la capa de colores, un ejemplo de cómo tenemos que funcionar, cooperando.
Tras hacerse unas fotos con nosotros, desaparece. Una niña le pregunta que donde está Wonderland; su respuesta es clara: "Donde abras el cuento de Alicia, allí encontrarás su mundo y disfrutarás de los personajes que lo habitamos"
Tras esta primera locura, conocemos el espacio, las normas que hacen que podamos hacer la cabra con cierta cordura. Y merendamos... claro y ascendemos a los cielos por nuestra morera.
Terminamos la mañana pasando por tres actividades.
Hacemos unas chapas de Gato de Cheshire, una de ellas el medallón dorado que apareció en contraportada de la primera edición de este cuento. Además, nos llevamos un laberinto donde el gato busca su sonrisa, en conejo su reloj y Tararí a Tarará. Un modo de decir que no pierdas la sonrisa ni el tiempo ni los abrazos.
Y como esto va de los libros, hacemos un marcapáginas muy simpático de este minino tan sonriente como enigmático. Usamos un corcho, un palo de polo y unos alambres.
Para terminar jugamos a las sillas musicales que representan la merienda más loca de la literatura con sus tazas y teteras. Y nos hacemos una foto con un sombrero junto al libro del Mundo de Alicia.
Y mañana...más.
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