El Mago de Oz

Hoy hemos dedicado el día al Maravilloso Mago de Oz.

Pero antes hemos hecho realidad la petición de la libreta viajera de Emilia. Pidió darse un paseo con Mary Poppins. Entre todos lanzamos un hechizo al aire y la institutriz prácticamente perfecta en todo apareció.


Luego vimos un cuento corto para que todo el mundo conociese el relato The Wonderful Wizard of Oz, escrito por Lyman Frank Baum (1900). Desde entonces, El mago de Oz ha sido uno de los libros más editados tanto en Estados Unidos como en Europa.

Se han montado innumerables adaptaciones teatrales en todas partes del mundo. Y en el cine, es muy famosa la película musical de 1939 "El mago de Oz".

Para los más pequeños, la magia es magia, sin más. Pero cuando vamos creciendo llega un momento en que queremos hacer magia de verdad. Oz no era un impostor; era un mago de los que conseguía hacer posible lo inalcanzable con sus trucos, un mago de verdad.

En honor de este mago, realizamos una serie de juegos y manualidades: la búsqueda del tesoro caminando por las baldosas amarillas, marionetas palo con los personajes del cuento y un comecocos que esconde frases célebres de la película.

Tras la merienda y el ataque a nuestro árbol más mágico, la morera, nos dimos un buen manguerazo. Nos convertimos en munchkigs que no le temen al agua como la malvada Bruja del Oeste.

Finalmente damos las chapas a los más mandrakes y nos despedimos de Andrea, Alba, Virgi, Javi y Adrián con un truco de magia realizado por Vero. Ya entendemos la mirada de ayer; estaba envidiosa por hacer ella un abracadabra.