En el taller 3R nos hemos dedicado a darle una nueva vida a los discos compactos que ya no tienen utilidad.
Con unas cartulinas de colores, serpentinas, un tapón y una canica, los hemos convertido en divertidas peonzas.
El objeto sigue dando vueltas, pero su oficio es ahora diferente. A los niños y niñas les ha encantado esta nueva utilidad; un juguete la mar de divertido.
Y Vidriolo nos ha hecho una visita. Se enteró que Plastichín había estado ayer por aquí y el no se iba a quedar atrás. Con su gran ojo miró con atención la manualidad tan flipante que realizamos.Y hablando de reducir, reutilizar y reciclar, al final de la mañana comprobamos como llevaba cada grupo el reto de conseguir meriendas residuo cero. Sigamos intentando producir pocos residuos en actividades cotidianas y próximas a los más pequeños y pequeñas como sus meriendas de todos los recreos.
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