Para soportar estos vientos calurosos que vuelven loco al más cuerdo (haceros a la idea de lo que no hará con los locos bajitos y con los chiflados de sus monitores), nada mejor que un buen chapuzón.
En la piscina que el Ayuntamiento de Churriana de la Vega nos ofrece desinteresadamente, encontramos un oasis donde refrescar nuestros circuitos.
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