jueves, 29 de julio de 2010

¡A la rica brocheta!


La oveja, que tiene más nombres que lana, vino hoy a recibirnos a la explanada. Es una buena monitora ya que se siente bien entre los locos bajitos, se come lo que le eches y no presenta reivindicación laboral alguna.



Luego, mientras los mayores curraban con los animales a tope (incluso pintando la piscina de los patos), los chicos nos preparaban una deliciosa sorpresa para el final de la jornada.



Comenzamos un taller que remataremos mañana. Como en otras muchas ocasiones, intentamos que los mayores ayuden a los pequeños. Por lo general, en la escuela o con los amigos, los niños y las niñas están siempre con compañeros de su edad; por eso es importante que busquemos momentos de convivencia en los que emprendan actividades juntos con independencia de los años cumplidos.






El manguerazo que vino a continuación tuvo instantes delicados y otros ciertamente salvajes.


Y tras el refrescón, una sorpresa para los sentidos: una deliciosa y saludable brocheta de fruta. ¡Rico, rico!










Y para que veais lo protegidos que están vuestros retoños, después de comer apareció la Guardia Civil. Nos metieron a todos en su coche y … tocamos las mil melodías de la sirena. Muchas gracias al padre de Eva y de Carlitos por la visita.


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