El robo de los ojos de la imaginación.

Hoy nos encontramos con una sorpresa inquietante. Había desaparecido los ojos de nuestro gran cuento, sus ventanas a la imaginación. En su lugar una nota y un CD que rápidamente consultamos en el ordenador.

¡Los malillos de las historias eran los responsables del robo! Pero nuestro gran cuento nos dio las claves para recuperar los ojos y solucionar así el problema. Tras domar al dragón los más grandes marcharon al bosque encantado y los menos grandes se aventuraron hacia el castillo fantasmagórico.

Tras superar muchas pruebas recuperamos los ojos de nuestro cuento.

En el bosque encantado, al que pudimos entrar después de solucionar complicadísimos acertijos, nos enfrentamos con arenas movedizas, plantas venenosas y bichos sedientos de nuestra sangre. Localizamos el mapa y con él encontramos el lugar donde habían escondido uno de los ojos. Nada más sacarlo de la vieja chimenea, una urraca salió volando misteriosamente desde un hueco de la casa.

En el castillo fantasmagórico atravesamos una gran telaraña sin tocar sus pegajosas sedas y buscamos monedas de oro dentro de un cofre. Antes tuvimos que acertar varias adivinanzas y escuchamos con atención un cuento. Y de este modo un papel blanco recuperó sus letras y nos indicó el lugar donde estaba el segundo ojo: la barriga de paja del espantapájaros de los libros.

Al final manteamos al pelele imaginando que era el responsable de todo este desaguisado.

¡Toda una aventura!

Si te atreves pincha aquí para ver el comunicado de los malillos