Como os mostramos en este cuaderno de bitácora de nuestra estación espacial, nuestros aprendices de guardianes galácticos no paran un segundo.
En la asamblea realizamos unos cuadernos de notas donde iremos colocando información de algunas de nuestras experiencias. Parte de este cuadernillo está dedicado a nuestro sistema solar. Manu trajo de casa un libro muy divertido, un viaje fascinante por el universo, El Atlas del Espacio.
Varios fueron los talleres que realizamos hoy. En el taller de astronomía realizamos una actividad sobre la cara oculta de la luna; es curioso como al rotar una vez al mismo tiempo que da una vuelta sobre la tierra, nuestro misterioso satélite oculta a nuestra vista una de sus caras.
Nosotros vemos su rostro mascado por cráteres que la inexistente erosión no puede maquillar. Pero ¿Como será su lado oculto? Cada uno lo imaginó a su manera.También capturamos una pequeña fracción de una nebulosa, una nube de gas y de polvo cósmico donde nacen y mueren estrellas. Antes vimos estas imágenes para que se hicieran una idea de lo que queríamos atrapar.
Mientras tanto, el grupo de los satélites, entre otras tareas hortelanas, realizaron apetitosos saturnos realizados con un tomate cherry y una rodaja de pepino. Y la mayoría se zamparon este planeta sin dudarlo un segundo como si sus bocas fuesen agujeros negros.
El grupo de los planetas trabajaron con los animales y se acordaron de los ratones astronáutas. Muchos han viajado al espacio con mayor o peor fortuna. Uno de los pioneros realizó un vuelo espacial en el V-2 en torno a 1950. ¡Y sobrevivió a la aventura! En su honor elaboraron un ratoncito de papel.
En esta ocasión solo os mostraremos una aventura más: desde el planeta Vulcano nos visitaron alienígenas de un solo ojo montados en sus platillos volantes.
Y mañana más.
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