Orión, pompas y cometas

En el día de la Luna, más de uno estaba un poco lunático. El calor y el ritmo del finde tenía a los aprendices de guardianes galácticos viajando de vez en vez a la luna.

Pero eso no ha sido excusa para que hicieramos muchas cosas.

Contaros que hoy se han incorporado dos caras nuevas: Andrés y Julia. "Larga vida y prosperidad" para ambos.

En la asmblea con la que arrancamos la mañana, terminamos de colorear los últimos astros del sistema solar; lo hacemos con cera y con unas pinceladas de información. Pusimos especial énfasis en los cometas y por esa razón, vimos el capítulo Cométicus de "Vuelta al Universo". Están siendo todo un éxito.

La historia de las estrellas que hoy narramos en el taller de aprendices de astrónomos fue la de "El Gigante del Cielo". Nos referimos a Orión, la constelación más llamativa del cielo de invierno. La historia terminaba:

..."y tras un largo y duro combate el escorpión acabó con la vida de Orión. Gea decidió inmortalizar su historia: puso al cazador en el cielo de invierno en forma de estrellas, pero no quiso que estuviera solo, así que lo colocó detrás de las siete hermanas Pleyades. Orión continua persiguiéndolas por la bóveda celeste eternamente, francamente enojado por no poder alcanzarlas jamás"



El grupo de los satélites ha terminado su collar de arcilla. De vez en cuando bajamos la mirada del cielo y nos fijamos en el suelo; de este modo recordamos que el 2015 es el Año Internacional del Suelo, un elemento vital de todos los ecosistemas. Fijaros con que chulería posan; esa prestanza nos haría pensar que en vez de arcilla sus collares fuesen de perlas.













Las estrellas, como parte del manguerazo, han estado jugando con pompas, pequeñas y efímeras capsulas espaciales. Pompas que vencen a la fuerza de la gravedad y se quedan flotando, como si orbitaran por el espacio.







Para terminar, y como modo de ahuyentar el calor, nos zampamos nuestros polos de limón alienígenas multicolores.