Hoy es un día importante en las anotaciones de nuestro códice da Vinci. Hemos iniciado con muy buen pie, a pesar de ser un buen puñado de locuelos y locuelas juntos, estos diez días en los que nuestro maestro Leo estará siempre presente.
En la asamblea inicial nos presentamos y leemos una nota del mismísimo Leonardo. Entre otras historias sorprendentes dice:
Soy Leonardo da Vinci. Me llaman así por que nací, hace casi 600 años, en 1452, en Vinci un pueblo de Italia. Como hombre del renacimiento soy capaz de hacer muchas cosas: soy pintor, escultor, ingeniero, inventor, arquitecto, urbanista, botánico, músico, anatomista, cocinero, filósofo, humanista, naturalista, caricaturista…
Con tanto trajín no es de extrañar que no me centrara. Afortunadamente me dio tiempo de dibujar la más fantástica y extraordinaria colección de inventos jamás soñada.
Tenéis una gran responsabilidad. Tendréis que cuidar “El cielo de los inventos”: los pergaminos de diez de mis mejores invenciones. Muchos son los que envidian mis ideas. Cuidaros de ellos.
Y además protegeréis mi máquina del tiempo y mi teletransportador, dos inventos inéditos que nadie conoce. ¡Sorprendidos!
Tras organizarnos un poco y contar como transcurrirán los días salvo sorpresas de última hora u otros previstos imprevistos, realizamos los equipos de trabajo-divertimento: naturalistas, inventores y artistas. Y nos dimos cuenta de que tenemos unos aprendices del espíritu renacentista de lo más apañaos.
Y luego a conocerse un poco jugando: elige leonardo o da vinci, el espejo y la escritura de Leo, el duelo da Vinci, el baúl del artista... Un rato divertido con el que conseguimos casi aprendernos los nombres de todos.
Y pasamos el photocall de la Mona Lisa o de la Gioconda, dos nombres para el más célebre de los cuadros. El título del cuadro es un apodo que viene de Francesco Bartolomeo del Giocondo, que era el marido de la mujer retratada. Y el título de la Mona Lisa (que en italiano antiguo significa "Mi señora Lisa") viene del verdadero nombre de la mujer retratada que se llamaba Lisa Gherardini.
No nos olvidamos de jugar con esta tela de colores que nos enseña que juntos se pueden hacer cosas mucho más grandes que nuestro tamaño.
Tras la merienda preparamos con mimo las carpetas en las que guardaremos nuestros trabajos.
Y mañana más inventos.
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