jueves, 14 de julio de 2016

Mucho ritmo en el Verano Da Vinci.

La asamblea ha sido hoy bastante especial. Colaboró con nosotros el papa de Mario, Fabiola y Antonio. Su condición de siciliano enamorado de la cocina italiana era perfecta para enseñarnos como se hace la pasta fresca y su posterior manipulación con una máquina que alisa la pasta y le da la forma deseada.

Además, con mucho arte, nos preparó una masa de pizza. Muchas gracias a Daniel por el rato que ha compartido con nosotros.

Y todavía con la pizza y los tallarines en nuestra cabeza (para algunos una afirmación literal), continuamos con nuestro devenir. Y lo hicimos con mucho ritmo ya que visualizamos algunos videoclips de canciones inspiradas en la obra de Leonardo da Vinci.  Os mostramos "La Balada de la Mona Lisa" de la banda estadounidense Panic! at the Disco. 


La fabula que hoy contamos fue "La araña y el ojo de la cerradura" donde este gran pensador nos alertaba de los riesgos de no abandonar nunca nuestra zona de confort. Como podéis imaginar, la araña termina aplastada en el interior de la cerradura. ¡Leonardo no se andaba con chiquitas!

Los Inventores, además de preparar pasta fresca, en la huerta recogieron berenjenas, tomates de pera y cherrys (sabéis que significa cereza en inglés). Y mientras, los naturalistas dejaban el corral como los chorros del oro. 

Tras la merienda, donde un intrépido casi termina engullido por las arenas movedizas de la linde regada del maizal, nos pusimos a trabajar en los talleres.

El taller del artista estuvo centrado en la pintura al fresco. Una pequeña superficie se impregna de yeso y, antes de que seque, se pinta sobre ella con los acrílicos. 
Un fresco (del italiano affresco) es una pintura realizada sobre una superficie cubierta con dos capas de mortero de cal. Hay que trabajar rápido ya que deben aplicarse los pigmentos antes de que la cal se seque. Las prisas no eran buenas compañeras de Leonardo por lo que en ocasiones, como el La última cena,  pintó "al seco", lo que provocó el deterioro posterior de su obra. 

En el taller del inventor nos hemos obsesionado con encontrar máquinas voladoras. Hoy los artistas han realizado un prototipo realizado con dos aros de papel y una pajita. 



Y el el taller de Ciencia da Vinci nos centramos en el suelo. Con cuatro experiencia vemos los distintos tamaños de las partículas que lo forman, demostramos la presencia de materia orgánica, montamos un dispositivo para ver como la ausencia de cobertura vegetal incrementa la erosión del suelo por escorrentía superficial y, por último, ponemos a funcionar un Embudo de Berlesse para separar la fauna que vive en el suelo. 

Y después a trabajar con la porción fina, con la arcilla, haciendo unos simpáticos muñequitos. 


Terminamos la mañana comiendo tomates cherry fresquitos con una pizca de sal. Todo un éxito. 

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