
Esta palabreja tan rara se refiere a un instrumento muy original: grandes tubos de plásticos que producen un sonido cuando los golpeamos contra un objeto o alguna parte del cuerpo. Hay 8 tubos, para formar una escala diatónica de 8 notas. Es un juego fenomenal para trabajar el ritmo y la coordinación, siempre con la idea de cooperación en la mente.

Pero comencemos en la obertura. Después del pequeño paseito matinal, acompañados por Catalina y Jara, seguimos leyendo y escuchando las libretas viajeras y regalando una bonita chapa a todo aquel que la ha trabajado.
Y luego situamos algún compositor en nuestro pentagrama del tiempo. En esta ocasión, en el compás del Romanticismo colocamos a una auténtica estrella responsable de la "Lisztomanía" que recorrió toda Europa en el siglo XIX. Hablamos de Franz Liszt compositor húngaro, virtuoso pianista, profesor y director de orquesta. Un instante de su música con Bugs Bunny al piano.
En la huerta, "Musicalia" aprendieron la diferencia de plantar y sembrar, así como la importancia del abono. Plantamos lechugas y sembramos rábanos. Y recogimos tomates cherrys.

En la cocina hicimos más mermelada de pera y preparamos un sorbete de sandía. Ingredeintes: sandía, hielo y un poquito de azúcar. ¡Delicioso! También hicimos nuestras chascas.
Mientras tanto, "Los Trotamúsicos" se divirtieron con los ritmos de los boomwhackers. Os mostramos una de las partituras que siguieron.

El Taller del Luthier realizó unos instrumentos muy cuidadosamente elaborados: auténticos currantes de la música.
Terminamos la mañana viendo un capítulo de "Los Trotamúsicos" y refrescándonos con el sorbete de sandía.
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