Maraca, trompeta, chasca y tambor giratorio.

Hoy han sonado muchos instrumentos diferentes realizados con las manitas de esta banda de músicos.

Pero compás a compás. En la obertura leímos y escuchamos las libretas viajeras (La banda sonora de nuestras vidas y La aventura de las siete fantásticas).

Además, ascendimos a Celia a la categoría de Monitora de Apoyo.

Antes de lanzarnos a trabajar el protagonista fue Fryderyk Franciszek Chopin, como todo el mundo sabe, un compositor y pianista polaco representante del Romanticismo musical, considerado como uno de los músicos más importantes de la historia. Para facilitarnos la escucha contamos con un panda y un pájaro carpintero.

En la huerta, "Los Trotamúsicos" plantaron rábanos (con su abono orgánico y su riego) y recogieron maíz para los animales.

Además prepararon mermelada de pera. Y por si fuese poco, elaboraron un antiguo instrumento musical: el carajillo o la chasca. La esencia del mismo es la caja de resonancia creada a partir de media cáscara de nuez.

Mientas tanto, "Musicalia" cuidaba a los animales. Y al finalizar el trabajo realizaron un tambor giratorio que representa al cerdito Mora comiendo moras. ¡Una chulada!

"La Banda de Mozart", entre otros asuntos, en el Laboratorio Musical escucharon una música que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida: el ritmo de nuestro corazón. Nos fabricamos unos fonendos con un macarrón de plástico y dos embudos.

Tras la merienda solo os contaremos que esta banda estuvo en el Taller del Luthier. Realizaron con materiales recuperados dos instrumentos: una inofensiva maraca-lata y una peligrosa trompetilla. Os recomendamos que os compréis unos tapones para los oídos o estaréis a merced de sus caprichos.



En el Chim-pum esta vez toco ver un capítulo de "La Banda de Mozart", serie española de 1995 que pretende acercar la música a los más pequeños. Este indudable papel educativo muestra ciertas deficiencias en el aspecto coeducativo, lo que nos da pie a debatir este importante asunto.



Y mañana... ¡más madera!