Mañana para organizarse, conocer por donde andamos y plantear las cuestiones básicas para intentar un caminar no muy serpenteante y evitar tropezones. La oveja Catalina no nos quita ojo, murmurando o rumiando asuntillos complejos de interpretar.
En la asamblea inicial nos presentamos perdiéndole el miedo al micrófono. Contamos cuales serán nuestros atrevimientos, es decir, cuales son las actividades que iremos realizando.
Como el miajón de este verano son las mujeres extraordinarias que la historia ha difuminado, comenzamos la asamblea con Florence Nightingale, la Dama de la Lampara. Ella tiene mucho que ver con nuestro "botiquín de los afectos". Cada mañana la increíble historia de una mujer extraordinaria será el canto del gallo que nos despierte.
A Florence se la recuerda por muchas cosas importantes en el mundo de la medicina, más allá de ser conocida como "la dama de la lámpara". Su leyenda forjada a lo largo del siglo XX oculta la verdad de lo que en realidad fue esta enfermera británica considerada precursora de la enfermería profesional moderna y creadora del primer modelo conceptual de enfermería: su genio matemático fue lo que realmente salvó tantas vidas.
Contamos nuestras sencillas normas de convivencia en un lugar donde los castigos no existen pero si el poder del diálogo. Las firmamos con la seña de identidad contenida en el la uve de valientes hecha con los dedos.
Y hacemos algunos juegos donde ponemos de manifiesto que somos un equipo capaz de sumar esfuerzos para alcanzar grandes retos. También realizamos algunas pruebas de confianza en los demás.
Después de explicar los retos contenidos en las libretas viajeras (se ruega a papas y mamás que les ayuden un poco), hacemos los equipos. Somos tres pandillas, la de Mulán, la de Brave y la de Vaiana, princesas que rompen moldes y son dueñas de su propio destino.
Nos da tiempo a hacernos una foto con unas grandes gafas violeta que educan nuevas miradas más respetuosas con los que nos rodean, donde todos y todas debemos tener las mismas posibilidades de alcanzar nuestros sueños.
Tras la merienda preparamos nuestras carpetas donde iremos guardando los trabajos que realicemos.
Y siempre finalizaremos la mañana relajándonos con "Ver para pensar". Primero visualizamos un vídeo y luego hablamos un poco sobre el. Hoy "El príncipe Ceniciento". La idea, debemos romper los estereotipos transmitidos por los cuentos tradicionales, darle la vuelta a estas historias como si fuera un calcetín.
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