miércoles, 1 de agosto de 2018

Lolas y Lalos.


Comenzamos la cuarta aventura de "Un verano para Valientes" notando, por primera vez, el calorcito estival.

Siempre los comienzos precisan de organización. En la asamblea nos conocemos, contamos de que va esta historia, que actividades realizaremos y que normas, pocas pero fundamentales, debemos comprender y asumir. Las firmamos con las huellas dactilares de los dedos que forman la uve de valientes.


Los retos que iremos abordando son seis atrevimientos: con la naturaleza, con el deporte, con la cocina, a darle al coco, con el respeto y atrévete a crear. Contamos con un grupo de monitoras excelente y con el botiquín de los afectos por si hay que aliviar algún enfado o espantar tristezas.


Charlamos sobre otros asuntos: nuestro saludo con lengua de signos, el libro donde encontramos las historias de las mujeres extraordinarias y las libretas viajeras que llegarán a vuestras casas.


Hacemos las tres pandillas, los grupos en los que nos distribuiremos para poder abordar mejor los retos mañaneros: la pandilla de Vaiana, de Brave y de Mulán. Personajes de cuento capaces de decidir que quieren hacer con sus vidas sin esperar a aburridos príncipes azules.


Tras instalarnos y hacer algunos juegos cooperativos, nos hacemos una foto con unas grandes gafas color violeta. Buscamos una nueva mirada donde todos y todas tengamos las mismas oportunidades.


Tras la merienda preparamos nuestras carpetas y vemos dos vídeos. Necesitamos Lolas y Lalos valientes y con personalidad.

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