martes, 31 de julio de 2018

Na zdorovie!


Se termina el mes de julio y con el esta tercera aventura veraniega de "Un Verano para Valientes"

Hoy, un día muy especial, inicia la mañana Maya Angelou, una escritora americana que vivió una infancia de cielos nublados. Pero se convirtió en la voz del Movimiento por los Derechos Civiles y de todas las personas que luchaban por la libertad real de los afroamericanos. Maya quiso recordarnos que todos, blancos o negros, hombres o mujeres, tenemos los mismos derechos.


Y como queremos terminar con un brindis saludable, hacemos tempranito una limonada entre todos y todas para meterla en la nevera. Limones, azúcar moreno y un poquito de hierba buena.


Luego pasamos a ver una extraña grabación que ha a parecido misteriosamente... una de esas sorpresas que todos el mundo está esperando. Parece ser que aprovechando el influjo del eclipse de luna, algunos personajes se han escapado de los cuentos para ponernos a prueba. Vamos a ver la ratacam.


Así pues nos lanzamos a realizar retos divertidos. No importa quien gana, solo importa jugar y darlo todo. Los personajes de amarillo fueron encargados de poner a prueba a los tres equipos que terminaron empatados.



Y así impedimos que estas mujeres extraordinarias terminaran en el lado oscuro e invisible de la luna.


Tanto esfuerzo merecía de una gran merienda compartida. Gracias a las familias por seguirnos el rollo y regalarnos tan abundantes y deliciosos manjares.


Para terminar la mañana faltaba algo imprescindible. En todo el verano, aún no habíamos destacado mujeres extraordinarias de nuestra tierra. Pues había llegado el momento. A través de la realización de un Pop-up destacamos la aportación para nuestra tierra de ocho mujeres:

Hafsa Bint al-Hayy al-Rakuniyya (XII)
Aixa Bint Muhammad Aben al Ahmar (XV)
Catalina de Mendoza (XVI)
Mariana Pineda Muñoz (XIX)
Eugenia  de Montijo (XIX)
Berta Wilhelmi (XIX – XX)
Joaquina Eguaras Ibañez (XX)
Matilde Cantos Fernández (XX)


Entre todas y todos tenemos la obligación de conocer y reconocer, de rescatar y poner en valor la presencia de las mujeres de nuestra tierra, hayan nacido aquí o en otros lugares. Su valentía y talento ha contribuido a lo que hoy es Granada.  Seamos justos al contar la historia, la auténtica, donde no convirtamos en fantasmas a la mitad de la población. Granada se escribe con más de una A.


Y como punto y final, un brindis a la salud de todos y todas. Na zdorovie! 

Muchas gracias a Manuel, Marina, Jorge e Iia por toda su ayuda, alegría y complicidad. 

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