Hoy hacía tanto calor que hemos echado mano de dos buenos remedios: el manguerazo y un delicioso y fresquito gazpacho veguero.
La receta de este gazpacho es un secreto hasta para nosotros; más que los ingredientes o las cantidades el truco esta en bebérselo al mediodía en esta concurrida pérgola.
Y hablando de secretos, en una de las asambleas estamos aprendiendo algunos códigos secretos. Uno de ellos es la escítala. Las primeras escitalas eran bastones de madera con una tira de cuero enrollada a su alrededor.
El remitente escribía un mensaje en columnas, desenrollaba la tira y entregaba al mensajero un escrito sin ningún significado aparente. El destinatario enrollaba de nuevo la tira alrededor de una escitala idéntica y descodificaba el mensaje.
Y os contamos otros secretitos. Hoy decimos adiós a nuestros amigos Maxi, Ana y Elisa. Les deseamos un feliz verano.
Y Carlitos se ha portado como un auténtico verniano. Hoy Alvarito estaba un poco murrioso y pidió, entre sollozos agua; al instante Carlos salió corriendo a buscarle un vaso de agua y se lo dio con mucho cariño, acompañando a su pequeño amigo de la mano hasta donde estábamos. Eso si que es hacer la uve de victoria.
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