Loky y los gigantes nórdicos.

Loky hoy nos quiere asustar con de los gigantes del norte. Pero no lo consigue. Dice que el dios del que toma su nombre, Loky, tuvo dos hijos que fueron fieros gigantes. Después de contarnos la pinta que tenían, nos atrevemos a dibujarlos.

Nos enseña dos juegos con los que dice que ellos se entretenían: el tiro de cabras o “geitur skot” y el “nalukauq” o mantear al dios vikingo.

El tiro de cabras es un juego en el que participan dos niños o niñas subidos a las espaldas de dos adultos; ambos, bien agarrados a sus "monturas", sujetan con las manos una cuerda con fuerza.

Luego se traza una línea en el suelo y cada equipo se sitúa de un lado de la misma. Cada equipo tira del contrario. Pierde el que suelte antes la cuerda, o caiga de su montura o sea arrastrado al otro lado de la raya que delimita su campo. Nosotros lo hacemos peo sin monturas.

Loky nos cuenta, con una sonrisa, que el primer gigante se llamaba Ymir. Un día se quedó dormido y de cada una de sus axilas nació un hijo y una hija gigantes y de sus pies surgió un monstruo de seis cabezas. Mas que asustarnos, nos entra la risa al escuchar esta leyenda.

Los dioses vikingos siempre están peleando contra los indomables gigantes. Thor es el que más manía les tiene.

Suelen tener una pinta espantosa. Son enormes, con garras, colmillos y la cara deformada. En ocasiones, pueden incluso tener varias cabezas y formas inimaginables. Algunos son bastante tontos, mientras que otros, increíblemente viejos, son muy sabios.