miércoles, 5 de julio de 2017

El ritmo de la vida.


La vida tiene un maravilloso ritmo, lineal o cíclico, depende de si nuestra mirada es más o menos egocéntrica. Y en nuestro corral, hoy han sonado las primeras notas de la sinfonía de unos gorriones y de unos gazapos. Todos hemos alucinado con esas grandes bocas abiertas o con los movimientos temblorosos y torpes de criaturas tan confiadas como desnudas y ciegas, que aún no saben si su destino es con plumas o pelos.


Y después de este inicio filosófico, contaros que "Los Musicalia" visitaron hoy al espantapájaros. Después de plantar unas coles, nos lavamos muy bien las manos (os las enseñamos para que veáis lo limpio que somos) y nos fuimos a la cocina.



Preparamos unos pinchitos de melón, sandía y piña; son como la misma  nota repetida (pero con distinto timbre y color) que se apiñan en la misma linea del pentagrama. Los metimos en la nevera para zampárnoslos al final de la mañana.


En el Laboratorio Musical, "Los Trotamúsicos" hicieron algunos experimentos para visualizar las ondas sonoras. Uno de ellos fue la realización de un teléfono casero.



Y después, realizaron percusión con palmas. Vieron primero a gente avezada en este asunto y luego se pusieron a practicar.



"La Banda de Mozart" después de trabajar en el corral, realizaron una manualidad muy currada sobre los Músicos de Bremen.

Nuestros monitores de apoyo, a quienes los niños y niñas van cogiendo cada vez más cariño, siguen ayudándonos con mucha ilusión. Cada mañana reciben de todos un fuerte aplauso.


En el Chim-pum final vimos la última escena de Fantasía. En ella escuchamos "Una noche en el Monte Pelado" de Modest Mussorgsky y el "Ave María" de Franz Schubert.


Después de esta animación pelín oscura, nos refrescamos con las brochetas de fruta.

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