jueves, 6 de julio de 2017

Un coro que da mucho la lata


Un autentico ventarrón. La música de la naturaleza hoy era interpretada por una orquesta de viento. Tal vez los causantes de esta tormenta fue el coro del árbol, el más latoso de la historia.



Comenzamos, bajo la atenta mirada de los girasoles, en nuestra obertura. Por cierto, un aplauso a Manuel que, hasta cojo, ha querido participar en la actividad echando una mano. Y luego...

En la huerta "La Banda de Mozart" sembró judias "rosas" y plantó coliflores. También recogimos maíz para los animales. Y luego fueron los responsables de la creación del coro del árbol. Al colgar el último miembro, un tenor muy latoso, se desató un vendaval que agitó el maizal; parecía un mar verde y polvoriento.




Los "Musicalia" se dedicaron a las telecomunicaciones. El viento provocó problemas en la cobertura de los móviles por lo que recurrimos a teléfonos más tradicionales; un buen modo de aprender como se trasmite y amplifica el sonido. 


Y hablando de sonidos, vaya gritos dio la cerdita "Mora" cuando la presentamos en sociedad. Luego se fue tranquilizando a medida que gruñía bajito.

Tras la merienda os mostramos lo que da de sí un palo. ¡Un palo!


Luego hicimos con él un cascabel para acompañar a la turuta.


Terminamos la mañana en el Chim- Pum intentando tranquilizar nuestras neuronas; el viento se metió por nuestras orejas y las lió como un ovillo. 


Escuchamos la Sinfonía n.º 5 de Beethoven mientras veíamos mariposas y murciélagos, luz y oscuridad. Es un fragmento de "Fantasía 2000" una película de animación de Walt Disney que conmemora el 60 aniversario de la película "Fantasía"

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