sábado, 7 de julio de 2012

Chapuzon en la isla



Todos los días, ya sean caníbales, marineros o náufrago, jugamos con el agua en nuestra particular playa tropical. Así engañamos al calor sin necesidad de piscina.




La pista deslizante, el abordaje y el manguerazo son modos de darnos un divertido chapuzón. 
Otras veces gritamos: ¡Temporada de lluvia! y cae un aguacero sin necesidad de nubes, desconcertando al azul cielo veraniego. 

 
Esta cuestión no nos debe sorprender, ya que anotamos en nuestro diario que en la isla donde naufragó Robinson Crusoe no hay verano ni invierno; el clima es tropical con temporadas secas y lluviosas.
 
Y en ocasiones a César se le va la pinza y nos moja a todos convertido en el hombre lluvia. 

Aunque también nos refrescamos con los polos de limón, de naranja, la limonada o el batido de vainilla.


Y superada la primera semana todos somos mucho más colegas: el conejo se enamora de la gallina, el agricultor mima a las lechugas y los aprendices de Robinson disfrutan de la buena compañía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario