lunes, 16 de julio de 2012

En pie de paz

Comenzamos el tercer naufragio. 

Y lo hacemos cargados de energía; llenando de color y sonido (otros dirían ruido) esta isla de la vega e intentando esquivar el calorcito.

Nada más llegar, las olas nos arrojaron a la asamblea en la que nos conocemos, echamos unas risas y explicamos que es lo que vamos a laborar. Además, con la participación de algún que otro espontáneo, resumimos las peripecias de Crusoe. 



Y estamos en pie de paz; nuestras sencillas normas, encaminadas a buscar el bienestar de todos, las representamos como una gran vela donde hemos dejado las huellas de nuestros pasos. 

La norma que más sorprende a los que por primera vez comparten verano con nosotros es que aquí los castigos no existen y, por lo tanto, debemos aprovechar que tenemos  dos orejas y una boca para hablar, escuchar y escuchar.


 


Hacemos los tres grupos de acción: los naufragos, los marineros y los caníbales. A lo largo de estos días, en ocasiones estaremos todos juntos y otras veces trabajaremos por grupos de edad.



Como tenemos muchas ganas de emular las aventuras de Robinson, comenzamos tras la merienda a añadir cañas a nuestra cabaña. 





También creamos mini islas mediterráneas, con una encina y semillas que veremos crecer durante los días que pasaremos juntos; será nuestra particular medida del tiempo. 

Terminamos con unos juegos pelín húmedos con los que pretendemos conocer los nombres de los amigos y amigas al tiempo que nos damos un remojón. 

1 comentario:

  1. ¡Que divertido fue el primer día!

    Nuestras islas mediterráneas irán creciendo poco a poco y cuando sean grandes podremos coger una hoja para nuestra prensa de la huerta.

    ¡Y animaros a dejar un comentario que son solo cinco segundos!

    Un saludo,
    Luis monitor.

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