jueves, 19 de julio de 2012

Cine, piscina y mucho más.

 










Anotamos en el diario que algunos de nosotros han marchado hoy de expedición a la Isla Arco Iris, en el archipiélago de Churriana de la Vega. 

Allí hemos convivido con una tribu muy simpática a la que obsequiamos con la máscara de la tranquilidad. La fabricamos con un gran trozo de corteza de tilo (de ahí que sirva para apaciguar los ritmos), plumas, telas, lanas, maderas y lana de Catalina, nuestra oveja.

Y ellos nos regalaron, además de una preciosa caseta para pájaros, un chapuzón estupendo en la piscina municipal, digo en el lago de aguas cristalinas del interior de su isla. Muchas gracias amigos y amigas..

Mientras tanto, en nuestra isla, despues de dar un paseito en torno al Cortijo del Pino para cojer unas cañas,  hemos desarrollado la creatividad. 

Elaboramos unos cuadros con arenas de distintas playas (alguna tan dulce como el azúcar) y disfrutamos con los dibujos en el torno del alfarero. 


A medida que el papel da vueltas, el rotulador, sostenido con delicadeza entre nuestros dedos, va trazando círculos con una gran maestría y elegancia. Muy divertido. 



Y como Lucas cumplía trece añazos, soplo el tomate, le cantamos tito, tito tata ... La costumbre de hacer la foto en el instante del soplido no favorece al homenajeado en exceso.

Y en la sesión de cine vimos Los Goonies, una película estadounidense de aventuras de 1985 dirigida por Richard Donner, basada en una historia de Steven Spielberg.
 
Este filme, que relata el viaje de un grupo de amigos en busca de un tesoro perdido,  se ha convertido en una de las películas de culto de los años ochenta. 

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