viernes, 29 de julio de 2016

¡Volamos!

De nuevo pasamos página cerrando un capítulo más en el que los aprendices de Leonardo han aprendido su oficio.

Antes de nada hemos organizado nuestros trabajos y preparado las carpetas. Pusimos cara a la Mona Lisa, pegamos la foto de grupo y guardamos con mimo todos nuestros artisteos. Nos damos cuenta de que no hemos perdido el tiempo.

Además, preparamos la carátula del CD de fotos del verano. Con las huellas dactilares creamos la copa de unos árboles. Recordamos que Leonardo da Vinci en ocasiones coloreaba usando sus dedos.

Y, para tener entretenimiento en el verano, hacemos un Alquerque de nueve. También se llama juego del molino o danza de los nueve hombres.  Aunque ya se encontró en una losa de un templo Egipto, se hizo muy popular en la Europa Medieval y en el Renacimiento. ¿Qué tal jugaría Da Vinci a este juego de mesa?


Como hoy ha sido uno de los más calurosos días del verano, nos hemos dado un buen manguerazo digno de ser recogido en el Codex Atlanticus de Da Vinci.

En el se recogen algunos inventos relacionados con el agua. Diseñó puentes o un barco con remos en forma de grandes ruedas. También creo un buque con proa de metal utilizado para embestir barcos enemigos. La draga es una máquina diseñada en el final de su vida para barrer el fango de un canal de Roma. Se compone de dos barcas paralelas con una gran rueda con palas excavadoras.

Su traje de buceo estaba hecho de cuero y se conectaba a una manguera de aire fabricada con cañas y a una campana que flotaba en la superficie. Da Vinci también era un hombre práctico ya que el traje incluía una bolsa para que el buzo pudiera orinar en ella.

Brindamos por el agua, vehículo de la naturaleza y a refrescarnos. Da Vinci se interesó desde muy joven por la naturaleza, de la que era un curioso observador, y de los animales, hasta el punto de convertirse en vegetariano y comprar aves enjauladas para devolverles la libertad.
Como estudioso de los procesos ambientales, Da Vinci dejó para la historia esta frase en la que destacaba la importancia del agua: “El agua es el vehículo de la naturaleza”.

Y después la supermerendola. Muchas gracias por los manjares tan ricos que hemos disfrutado a la salud de los papás y mamás. Os dimos un fuerte aplauso que seguro escuchasteis. El bizcocho de Paula adornado con un ciempiés hecho con globos fue una sorpresa guapísima.

En la asamblea final nos zampamos los polos de limón y hierbabuena.





Y agradecemos a la mama de Elvira los tés que nos ha regalado de su tienda "Quiero té". Es un cielo.


Como amigos cogimos el camino que nos conducirá a nuevas aventuras.

El titulo de este último capítulo es ¡Volamos!. Ahora sabéis por que. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario