En esas estábamos cuando nos visito la mama de Pablo y Juan. Ponemos esta foto tan bonita en el diario para recordaros que las puertas de la isla están abiertas a los papas y mamas que nos quieran visitar.
Pero ya que estamos en el siglo del microondas, para envidia de otros náufragos peor dotados, hicimos un bizcocho rápido. Cuatro cucharadas de harina, dos de aceite, dos de leche, una de cacao, un huevo y tres cucharadas de azúcar. Tres minutos en el microondas y listo. Hacer la prueba en casa, es un buen ejemplo de cocina para minichefs.
Y después de la merienda, en los talleres de Robinsón, desarrollamos nuestras capacidades plásticas realizando unas caras duras con piedras y lana de Catalina, así como unos portarretratos con pasta de moldear y piedrecitas.
Como combatir el calor es imprescindible, nos dimos un buen manguerazo, con tortura acuática en los bancos, pista deslizante y remojón con globos.
Al final, para reponer fuerzas, nos comimos unos pepinos con sal de la huerta muy fresquitos. Les encantó.
Los repartieron Inma, Miguel y Lucía, tres nuevas incorporaciones.
Bienvenidos.
Bienvenidos.