La primera que vino la tele a la Vega. Estuvieron grabando todas las actividades con las que nos enredamos antes de merendar.
Apuntaron con su cámara hacia los canibales en los animales y hacia los náufragos en la huerta recogiendo patatas, germinando semillas para conseguir brotes para ensalada y elaborando una deliciosa limonada (con la que brindamos al final de la jornada).
Luego nos sacaron a todos en la pergola y despedimos el programa con la colaboración especial de Eva la locutora y de nuestro coro de voces.Agradecemos al canal TG7 su visita. Nos hemos divertido mucho.
El el taller de novela realizamos un simpático Robinson Crusor con sombrilla y todo, utilizando como base una pinza y un corcho.
Pero hicimos otras dos manualidades que os enseñamos: un loro marca-páginas, que sabe hablar y nos dice por donde vamos y unos totems de lo más enigmáticos fabricados con troncos, plumas y telas.
Pero esta hoja del diario se lo queremos dedicar al cariño por los animales. La ilusión con la que agarran un pato, una gallina o un conejo (rozando en ocasiones la expresión hay cariños que matan); la curiosidad con la que tocan el espolón o la cresta gominola de un gallo; la necesidad de agarrar el cepillo para rascar la barrigota del cerdo vietnamita (Gustavo para los amigos); el vertigo de tocar la cola de la iguana o de ponerla en nuestra cabeza; o la sonrisa cuando vemos al Poll escribir con el pico una carta de amor.
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