lunes, 30 de julio de 2018

Nuestros valientes montan en ballenas

Todavía recordamos esa luna de sangre; en ocasiones dar sombra tiene efectos con el tono del amanecer.

Buscamos en nuestros magníficos libros en cuyas hojas habitan las historias de muchas mujeres extraordinarias.


Encontramos a la astrónoma china Zhenyi Wang (1768-1797). En su tiempo, la gente creía que los eclipses lunares eran señal de que los dioses estaban enfadados. Wang sabía que eso no podía ser cierto y lo demostró con un experimento. Su reputación se extendió a lo largo y ancho del planeta. Además, en sus poemas solía escribir entre la igualdad de hombres y mujeres.


Luego repartimos los marcapáginas de papel recciclado y los fragmentos de uno de los murales cooperativos que hicimos el pasado viernes. Nuestras carpetas están repletas de historias aprendidas.


Y hoy era mañana de cine. Vimos "Whale Rider". Era un poco arriesgado ya que el ritmo de la película no es muy acelerado. Pero les encantó. En todo, incluso en las películas que vemos con estos pequeños y pequeñas valientes, debemos romper moldes.


Habla de una tribu de aborígenes asentada en la costa de Nueva Zelanda cree que su ascendencia más remota pertenece a Paikea, un valorado jinete de ballenas. Generación tras generación, un primogénito varón ha de sustituir al antepasado ancestral como jefe de la tribu. Pero en esta ocasión, una niña llamada Pai siente que será ella la llamada para ocupar el puesto.


Nos llevamos cerca del corazón una bonita chapa alusiva a esta película.


Y tras la merienda, los piratas aparecen para darnos a todos un buen remojón.


Por cierto, damos la bienvenida a Carlos y Vega.

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