Los econautas deben saber de donde salen las frutas y verduras que forman la parte fundamental de nuestra dieta mediterránea saludable.
El grupo al que le toco esta actividad se da un paseito tempranero hasta el terreno donde tenemos perales, manzanos y ciruelos. Allí regamos y recogemos la fruta que va madurando.
Como sabemos que el suelo es el elemento clave de la salud de los ecosistemas, tanto naturales como subsidiados, intentamos no modificar su estructura.
Por esa razón no realizamos ninguna labor que suponga alterarlo; en vez de un tractor para ararlo, vamos desbrozando periódicamente las hierbas de modo que siempre esté recubierto de productores primarios que generan vida, potencia la biodiversidad y son un sumidero de carbono atmosférico y, por lo tanto, un freno al cambio climático. Y los abonos son orgánicos y el control de las plagas ecológico.
Es un privilegio coger una pera o una manzana madura del árbol y darle un buen bocado.
Y en nuestra huerta de verano encontramos multitud de verduras. Recogemos tomates gordos y de pera, cherrys, berenjenas, calabacines, judías y pimientos...Envasamos las peras y preparamos los tomates recién recolectados para compartirlos entre todos.
Y en el corral conocemos a los animales domésticos con los que compartimos la guarida econauta. Los conejos, la cabra, la oveja, los patos, la oca y las gallinas.
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