jueves, 19 de agosto de 2021

La huerta y nuestro corral.

Los econautas no deben perder la perspectiva para saber de donde vienen las cosas que comemos y el esfuerzo que supone. Es un modo de respetar nuestro entorno rural y natural, de respetarnos a nosotros mismos. 

Cuando convives con los animales del corral, cuando recoges hortalizas de la huerta te das cuenta de la diferencia entre precio y valor; te permite salir de esa burbuja urbana y entender mejor el planeta en el que vivimos. 



Y abres ventanas a nuevas sensaciones y emociones, tan antiguas como nuestra civilización. Parece todo muy sesudo, pero estos conceptos hay que leerlos entre líneas cuando recogemos un tomate y le damos un muerdo o sostenemos en las manos un huevo de gallina que mantiene aún el calor del plumón que lo protegía.  

Nuestros econautas han recogido tomates cherry, tomates pera y gordos, pimientos, lechugas, berenjenas, calabacines...

Y los cherrys los limpiamos y cortamos para zampárnoslos como las más saludables chucherías. 



Los animales los tocamos y los observamos al derecho y al revés. 


Y establecemos vínculos con ellos.
 

Los conejos, las gallinas, los patos, Catalina la oveja y Jara la cabra son más que animales que viven en el corral. Se convierten en amigos y maestros. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario