El viernes fue un día tan alocado como divertido en el que nos visitó...
Pero antes de contarlo, deciros que nos despedimos de algunos de los compañeros y compañeras de aventura que ya no entrarán por la madriguera del conejo, como Alvaro, Marina o Adrián. En la foto aparece nuestra veterana María que ha sucumbido a la llamada de Wonderland y si regresará la semana próxima.
Como fue un día muy dulce, repartimos las mermeladas de la Reina Blanca, esa que se come en días alternos, ayer y mañana pero nunca hoy.
Y hablando de reinas, contaros que al final de cada mañana repartimos la ansiada tarjeta de la Octava Casilla, esa en la que Alicia, ayudada por el Caballero más desequilibrado de la literatura, llegó para ser coronada como Reina. Se la concedemos a los chicos y chicas que, durante la jornada, han tenido un comportamiento especialmente ejemplar.
Estábamos tranquilamente organizándonos en la asamblea cuando apareció Alicia. ¡Alicia!
Estaba buscando como pollo sin cabeza (uf, esta expresión que no la escuchen nuestras queridas gallinas) a el Conejo Blanco o al Sombrerero. De un lado para otro, encuentro tras encuentro. Esa es la vida de esta niña de siete años que recorre el mundo onírico conociendo los personajes más disparatados y viviendo situaciones solo comprensibles en el territorio de los sueños.
Es un folio en blanco de mil modo reescrito. Una niña caracterizada por Carroll como amorosa y amable, cortés con todos, confiada y tremendamente curiosa. Un icono del pop, una bandera a seguir por los hippies amantes de las setas alucinógenas, el ideal shojo japonés, dulce e inocente por fuera y rebelde y autónoma en su interior.
Sea como sea, Alicia ha superado infinitamente las pretensiones de su autor, siendo gigantesca su influencia cultural desde la época victoriana hasta la actualidad.
Pues nuestra Alicia se sorprendió al ver a parecer al Pez-Sajero de la Reina de Corazones. Este heraldo real, comunicó de un modo impositivo, que nos teníamos que poner a jugar al croquet por orden de la Reina. De lo contrario... nuestras cabezas correrían peligro de ser cortadas.
Pero Alicia se revela y dice que hasta aquí hemos llegado. Que hoy la idea que ella trae es otra. Nada de croquet, nada de martirizar flamencos y erizos. Hoy haremos juegos de corro que le resultan más divertidos y entre juego y juego, en honor a su amigo el sombrerero y a su idioma natal, buscaremos palabras en inglés que empiecen por M.
El Pez-sajero se marcha con cara de besugo y algo escamado y comenzamos los juegos.
Cada uno de los grupos realiza distintos juegos de corro tradicionales como el forón, ratón que te pilla el gato, el teléfono escacharrado, seguir al rey...
Y tras la merienda y en recompensa por saber jugar en grupo, un buen manguerazo.
Primero nos remojamos con los barreños llenos de agua de mil maneras y luego: el cañón de espuma.
Y el lunes de nuevo nos sumergiremos en este dulce y espumoso mar de lágrimas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario